China, el principal socio de Moscú y con buenas relaciones con Kiev, se ha convertido en posible mediador en la guerra en Ucrania. Siempre y cuando prospere la propuesta —y en el actual conflicto no es en absoluto seguro— que le ha trasladado el Gobierno del presidente Volodímir Zelenski, en una conversación telefónica este martes entre el ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba, y su homólogo chino, Wang Yi.
Según el comunicado oficial del Ministerio de Exteriores chino sobre la conversación, publicado por la agencia Xinhua, el diálogo entre los dos ministros tuvo lugar a petición de Kiev, en una jornada en la que Moscú anunciaba nuevos ataques e instaba a los civiles de la capital a abandonar sus viviendas. En la llamada, Kuleba destacó que “China ha desempeñado un papel constructivo en la cuestión ucraniana. Ucrania está dispuesta a fortalecer la comunicación con China y desea la mediación de China para alcanzar un alto el fuego”.
El responsable de Exteriores ucranio, según informó su ministerio, pidió a China que use los lazos con Moscú para intentar detener la invasión rusa, informó la agencia Reuters.
Por su parte, Wang expresó que Pekín “deplora el estallido del conflicto entre Ucrania y Rusia, y está extremadamente preocupada por los daños a civiles”, en lo que son las declaraciones más duras de su Gobierno hasta el momento sobre la guerra. Este martes, las tropas rusas continuaban en el este su duro asalto contra Járkov, la segunda ciudad ucrania por población (1,5 millones de habitantes, la mayoría de habla rusa), mientras un gran convoy se dirige hacia Kiev.
Pekín, según se desprende del comunicado, no rechazó la petición ucrania. China “pide que Rusia y Ucrania encuentren una solución a la crisis a través de las negociaciones, y apoya todos los esfuerzos constructivos internacionales para alcanzar una solución política”, ha declarado Wang. “Siempre hemos defendido el respeto a la soberanía y la integridad territorial de todos los países”, subrayaba el ministro chino.
“A la luz de la continua expansión de los enfrentamientos, la gran prioridad es calmar la situación en el terreno todo lo posible, impedir que el conflicto se extienda o quede fuera de control, impedir los daños a civiles y el surgimiento de crisis humanitarias y garantizar un acceso seguro a la ayuda humanitaria”, declaró Wang. Otra parte de la conversación se dedicó a la situación de los cerca de 6.000 ciudadanos chinos en Ucrania, a los que se trata de evacuar.
La posibilidad de que salgan adelante unas conversaciones bajo supervisión de China dependería, en cualquier caso, de que Moscú estuviera, por su parte, dispuesto a esa participación, algo que hasta el momento se desconoce. Por ahora, el lunes se celebró la primera ronda de reuniones entre las delegaciones rusa y ucrania en la frontera bielorrusa. Ambas partes regresaron a sus respectivas capitales para consultas antes de retomar una segunda ronda de diálogo.
Hasta ahora, Pekín ha rechazado condenar la invasión rusa del país vecino. También ha evitado hablar de “guerra” o “invasión”, y en su lugar recurre a términos como “operación especial”, “crisis” o “situación”, en línea con la descripción de Moscú sobre el ataque a Ucrania. Igualmente, se ha pronunciado en contra de las sanciones “ilegales” que Occidente ha impuesto contra Rusia desde que comenzó la invasión hace seis días y ha asegurado que mantendrá su comercio con el país, con el que comparte 4.000 kilómetros de frontera.
El ataque ruso ha creado un dilema para Pekín, que se ve obligado a tratar de conciliar el apoyo a su socio estratégico con sus declaraciones de apoyo a la integridad territorial y soberanía de los países, uno de los principios tradicionales de su política exterior. Antes de la crisis, China mantenía buenas relaciones con Ucrania, que le suministra armamento y es un buen socio comercial. Su intercambio de productos agrícolas creció un 33% en 2021 con respecto al año anterior. La antigua república soviética le suministra el 80% de sus importaciones de maíz.
El precio del petróleo sigue al alza
El precio del barril de petróleo estadounidense WTI subió este martes más de 10% y el del barril de Brent, índice de referencia europeo del crudo, se incrementó más de 9%.
Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania y las sanciones occidentales contra Moscú, ambos índices alcanzaron niveles récord desde 2014, con un valor de 106,29 dólares del barril de WTI y 107,44 dólares del de Brent.
Hace pocos meses el petróleo está a 65 dólares y hace dos años a 45.