Mientras aún suenan los ecos de otra conquista histórica del movimiento cooperativo, el presidente de FUCVAM, Enrique Cal, nos recuerda que aún queda la parte administrativa y “obviamente la decisión del levantamiento del conflicto por parte de la Asamblea General de Cooperativas el próximo 12 de febrero”, lo que pondría fin a la huelga de pagos. En este contexto la lucha de FUCVAM apunta hacia la concreción de otro objetivo en su movilización, fortalecer el Fondo Nacional de Vivienda.
Hay que tener en cuenta que la principal causa de la demora de la obtención del préstamo para la construcción de vivienda por parte de las cooperativas, radica pura y exclusivamente en la falta de dinero, de presupuesto.
Cuando un gobierno hace la distribución del presupuesto general del que dispone lo asigna en función de sus prioridades, de lo que considera sus principales líneas de trabajo. “Vivienda siempre ha sido un postergado en la asignación presupuestal, esto quedó claramente en evidencia durante la pandemia, cuando junto con la UDELAR fueron los dos sectores más castigados por la asignación de recursos de la Rendición de Cuentas”, sentencia el dirigente.
Desde la federación se sostiene que la única manera en que efectivamente se puede combatir el déficit cuantitativo de viviendas es destinando más recursos, “deben ser recursos genuinos que lleguen de otra fuente que la del presupuesto nacional.” FUCVAM ha trabajado en una propuesta, desde hace varios años, que ha sido recogida por senadores del Frente Amplio, Daniel Olesker y Oscar Andrade, la que ha sido presentada como proyecto de ley y que se encuentra a estudio en la Comisión de Vivienda del Senado de la República.
“Tenemos la esperanza puesta en que una vez terminado el receso parlamentario reciba el apoyo de los partidos políticos para su aprobación, muchos de ellos nos han hecho saber de su disposición a analizar el tema de la vivienda y del fortalecimiento del Fondo de forma seria y no meramente discursivo”, nos dice el presidente.
La iniciativa busca generar recursos genuinos que permita a los gobiernos planificar una política firme en materia de vivienda, lo plantea a través de afectar mínimamente el impuesto que grava la riqueza en el país. La ley de Vivienda de 1968 establecía que el Fondo Nacional de Vivienda debía llegar al 2% de la masa salarial total, aportado tanto por la patronal como por los trabajadores; la propuesta que está en discusión pretende llegar aproximadamente al mismo monto pero financiado de forma diferente.
“El impuesto al patrimonio, es el impuesto a la riqueza, lo pagan solamente las empresas y particulares que obtienen anualmente ganancias mayores al medio millón de dólares, que son unas cuantas y que forman parte de esos cincuenta mil millones de dólares que se depositaron fuera del país en el año 2021.”
Se propone afectar el impuesto al patrimonio en un 0,25 %, que por otra parte es de los impuestos que “menos recauda ya que tiene uno de los mayores índices de exoneración a través de distintas prerrogativas que la norma tributaria le brinda”, asegura.
Lo obtenido por esta vía, a su entender, le daría la fortaleza necesaria al Fondo Nacional de Vivienda y el Ministerio podría disponer de recursos fijos para implementar políticas de vivienda efectivas y de largo plazo, “esto beneficiará no sólo a las cooperativas, lo hará a todos los programas que lleva adelante la cartera.”
Para tener referencia, una cooperativa depende de la cantidad de viviendas que vaya a construir para determinar el monto del préstamo que recibe, pero el valor de tasación del m2 por el que construye FUCVAM está en el entorno de los 900 a 1000 dólares, esto es significativamente inferior al precio que paga el Estado a un constructor privado que está por encima de los 2000 dólares.
“El estado tiene una herramienta en el cooperativismo que por casi el 50% menos de los que invierte en un privado puede implementar programas de impacto en el déficit cuantitativo habitacional.”
Consultado sobre la vigencia del modelo cooperativo para las nuevas generaciones, nos dice que “las cooperativas han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos, generar nuevas formas de participación entre las personas, hay cooperativas que se forman por Facebook, por WhatsApp y se conocen personalmente cuando se reúnen para hacer una asamblea. En un mundo donde la ideología capitalista se ha instalado y es la que rige la trama vincular entre los seres humanos, ser cooperativista no es solo una opción de llegar, sino también una forma de resistir al avance de ese modelo.”
Finalmente sobre el resultado de la iniciativa parlamentaria reflexiona: “Este es un año muy especial, ya estamos en campaña electoral y los partidos se avocan a esa tarea, pero FUCVAM no sale a buscar votos, sale a buscar soluciones a un problema estructural que tiene el país en materia de vivienda, hay 80.000 familias que no tienen vivienda, más de 200.000 que tienen una de mala calidad y si no se hace algo significativamente importante, no tendrá solución.”
