El Ministerio del Interior informó que luego que Policía Científica confirmara que los restos de cuerpo humano hallados en un campo en el barrio Los Molles, Tacuarembó, correspondían a la joven desaparecida, realizaron seis allanamientos donde detuvieron a ocho personas.
Conducidas a declarar ante la Fiscalía de 2º Turno y el Juzgado Letrado de 5° Turno, cuatro recuperaron la libertad, a tres se les dispuso medidas limitativas de fijación de domicilio y prohibición de salir del país sin autorización por 180 días y para F.F.O. de 33 años, poseedor de tres antecedentes penales, se dispuso la formalización de la investigación por la presunta comisión de un delito de homicidio en calidad de autor debiendo cumplir prisión preventiva por el término de 180 días.
El caso
Según indican desde la cartera, la Policía inició la búsqueda de Valentina Ferraz de 16 años desde el 9 de mayo cuando su madre radicó la denuncia de su desaparición. Además informan que la joven había ingresado al sistema de protección del INAU en octubre de 2020 como consecuencia de situaciones de desamparo asociadas a la violencia y la vulneración de los derechos. Ante estos dichos el padre, Pablo Ferraz, expresó a Grupo R Multimedio que la Policía “no inició la búsqueda el mismo día de la denuncia”, sino que muchos días más tarde y que el forense estableció que la muerte se produjo entre el 9 y el 13 de mayo, cuando una semana después de esa fecha se le informó a él que su hija estaba bien y que no podían brindar más información para “no entorpecer el caso”.
A su vez, informó que él denunció al padrastro de Valentina por abuso sexual hacia su hija y pese a que Valentina no podía volver bajo el techo de su madre, INAU se la entregó. Ante tantos baches en los hechos Ferraz expresó que “hay muchas cosas mal y erradas”, pero sobre tiene la sospecha de que “la Policía sabía sobre la muerte de su hija pero la usaron para dar con la boca de drogas”.
