Los enfermos de cáncer suelen sufrir alteraciones en el apetito ocasionadas, casi siempre, por el propio tumor y la medicación a la que están expuestos. El sentido del gusto se ve afectado y la desgana causa desnutrición en el paciente y gran pérdida de peso. Sin embargo, una tercera parte de los pacientes sufre desnutrición en el momento del diagnóstico, porcentaje que aumenta después del tratamiento quirúrgico y/o radio-quimioterapia.
Por lo tanto, la nutrición oncológica debe procurar que el paciente reciba los nutrientes suficientes para que el organismo funcione correctamente durante el tratamiento oncológico. De ahí que sea importante que se contemple la manera más fácil y cómoda de alimentar al paciente.
El objetivo de los nutricionistas con los pacientes oncológicos se basa en aumentar la ingesta de proteínas y calorías, presentadas en cantidades pequeñas, a temperatura tibia o fría, con alimentos fáciles de digerir y muy nutritivos. Es muy importante que el paciente mastique bien y despacio, evitando alimentos difíciles de masticar o que estén cortados en trozos grandes (carnes).
Tampoco se recomienda beber durante las comidas y debe propiciarse un ambiente distendido que mitigue el mal momento que puede suponer para el paciente alimentarse, ya que muchos pacientes con cáncer sufren problemas asociados al hecho de comer, tales como vómitos, náuseas o diarreas.
Las recomendaciones de las dietas oncológicas deben personalizarse, ya que la tolerancia es muy distinta de un paciente a otro. Además, se debe tener en cuenta que, en un mismo paciente, la tolerancia a alimentos puede cambiar en poco tiempo, de manera que no solo hay que personalizar la dieta, sino que el especialista debe visitar frecuentemente al paciente, para poder ir modificando las características de la alimentación y dieta según la evolución del paciente y la enfermedad.
Según los expertos, gracias a los nuevos métodos científicos y tecnológicos, se puede ayudar a que las células sanas sigan funcionando con normalidad. Además, han logrado educar la flora intestinal para que trabaje con el sistema inmune para ser capaz de rechazar el tumor.
En la actualidad, un grupo de científicos y médicos van más allá de la personalización. Ellos han desarrollado un tipo de nutrición de precisión para potenciar los tratamientos contra el cáncer. La herramienta desarrollada por científicos usa inteligencia artificial (IA) para obtener el menú que apoye al tratamiento, logrando que el tratamiento actúe sobre el tejido para que siga activo y sano.
Esta herramienta virtual proporciona recomendaciones nutricionales personalizadas a través de texto, utilizando una amplia base de datos para “refinar continuamente” sus consejos. La herramienta no solo ofrece intervenciones diseñadas para ayudar a los pacientes a manejar los efectos secundarios del cáncer, sino que también optimiza la nutrición general basada en las directrices clínicas y la literatura científica revisada por pares. Esto garantiza que las recomendaciones sean precisas y actualizadas.
Con un poco más de 4 años de prueba, la evaluación de los resultados de la herramienta ha mostrado un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes. El 84 por ciento de los usuarios informó haber utilizado activamente los consejos nutricionales para guiar sus dietas, el 47 por ciento usó las recetas recomendadas y el 82 por ciento sintió que el programa ha mejorado su calidad de vida.
En cuanto al manejo de síntomas, el 88 por ciento de los usuarios afirmó que les ha ayudado a manejar sus síntomas y el 34 por ciento notó una mejoría en el control de estos durante la participación. Esto representa un avance en la salud y se espera que el nuevo método pronto salga al mercado para formar parte de las herramientas hospitalarias en el mundo.
