Según investigadores estadounidenses, los cigarrillos electrónicos manifiestan un nuevo peligro para la salud. Es que se conoció que algunos dispositivos sustituyen la nicotina con sustancias químicas que la imitan y son incluso más potentes que el estimulante adictivo presente en el tabaco. Además, estas producciones estarían por fuera de la regulación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Los científicos de la Universidad de Duke y de Yale descubrieron que en muchos casos la cantidad de sustancias que imitan la nicotina difieren de lo que figura en la etiqueta. Esto hace que los consumidores no sepan lo que están inhalando, lo que aumenta su riesgo de vida.
Según estudios realizados en animales, se conoció que algunos análogos de la nicotina pueden ser más adictivos y biológicamente dañinos que la nicotina común. Lo cierto, es que las leyes federales prohíben la venta de estos productos de vapeo a menores de 21 años, pero como los nuevos análogos de nicotina no están regulados por la FDA, no hay control sobre ellos ni estudios oficiales sobre sus efectos en el cuerpo humano.