La Asociación de Funcionarios de Utu (Afutu) expresó su preocupación por la «creciente violencia social que está permeando las instituciones educativas, alterando el clima necesario para garantizar una experiencia educativa saludable y segura», según un comunicado divulgado en redes sociales.
La organización gremial hizo hincapié en la responsabilidad de las autoridades educativas actuales, señalando la falta de personal de apoyo en los centros educativos como un factor crítico en la situación.
Afutu denunció que los recortes presupuestales han llevado a una carencia de porteros y adscriptos en las instituciones, lo que agrava la problemática. Además, reclamaron un incremento en las cargas horarias asignadas a los psicólogos, ya que consideran que estos profesionales son fundamentales para manejar situaciones complejas, como los casos de violencia entre estudiantes y contra el personal docente.
En un reciente episodio de violencia, Ana Borges, presidenta de Afutu, relató a La Diaria que un estudiante ingresó a un salón de clase de forma violenta, con la intención de agredir a otro alumno. La docente a cargo logró que el joven se retirara del aula, pero el subdirector y una adscripta, que intentaron calmarlo una vez afuera, no tuvieron éxito.
Tras contactar a la madre del chico sin recibir asistencia, el padre fue informado del incidente. Sin embargo, el estudiante, que es menor de edad y no puede retirarse del centro educativo sin autorización, salió del recinto. El subdirector lo siguió, pero fue golpeado por el joven cuando intentó detenerlo.
Este recorte atroz de recursos en la educación queda una vez más en evidencia. Pero, según los muchachos de la coalición, estamos en el mejor de los mundos.
Es tremendo el derroche de recursos en la educación publica, si medimos lo gastado sobre el resultado debe ser de las mas caras del mundo. El estado debería achicar la educación publica y darle mas cabida a los privados, que gasten eficientemente nuestros impuestos produciendo mejores resultados. Demasiado trabajo cuesta ganar un peso para que el estado lo derroche a troche y moche con educadores de cuarta que viven de paro y prestan un servicio paupérrimo.