La situación en Gaza sigue empeorando a medida que el conflicto entra en su segundo mes. Fuentes médicas palestinas alertan que cientos de personas heridas por los intensos bombardeos israelíes mueren en las calles debido a la falta de acceso a hospitales y la escasez de personal médico. Muchos de los heridos logran llegar a pie al hospital Kamal Adwan, en el norte del enclave, solo para encontrar que la infraestructura médica está colapsada y no hay especialistas disponibles para atenderlos.
Los informes aseguran que el ejército israelí detuvo a gran parte del personal médico de la región hace más de diez días, dejando a las instalaciones con recursos humanos limitados, lo que ha resultado en numerosas muertes que podrían haberse evitado con atención médica adecuada. Incluso algunas de las instalaciones sanitarias han sido blanco directo de los ataques, dejando heridos a varios médicos y pacientes, incluidos niños.
En medio de este desastre, las autoridades del hospital han enviado múltiples llamados de auxilio a las organizaciones internacionales, pero hasta el momento no han recibido respuesta significativa. En los últimos 34 días de bombardeos, más de 1.800 civiles han muerto en el norte de Gaza, y miles más han quedado heridos, en su mayoría mujeres y niños.
La situación se agrava por el bloqueo que impide la entrada de alimentos, medicinas y agua, lo que ha generado una grave escasez de suministros. La falta de recursos y la intensificación de la violencia dejan a la población de Gaza atrapada en un ciclo interminable de sufrimiento, sin esperanza de ayuda inmediata.
