El informe del Cuesta Duarte señala que existen condiciones externas que dejarán de ser favorables como lo han sido en años anteriores, el sector agropecuario ha comenzado a sentir la caía y en el último año móvil registra un descenso de 7.4%. Los indicadores registran la disminución de la faena de ganado, así como también una baja en el sector lácteo con menos litros volcados a la industria.
El informe del instituto técnico de la central de trabajadores explica que la caída agropecuaria se vio contrarrestada por el crecimiento de los rubros de comercio, alojamiento y suministro de comida, que apuntalan el crecimiento de la economía en unos 75%, sumados los tres ítems.
Destaca que solo en el último año estos rubros crecieron el 10.8%, como consecuencia de superar lo más crítico de la pandemia, respondiendo directamente al aumento del flujo de turistas; cabe recordar que fue el sector más golpeado por la crisis que desató el Covid 19.
El análisis también tiene en cuenta, en el rubro transporte, la incidencia de los viajes a Argentina, esto debido a la diferencia cambiaria, se registró un crecimiento del 7.2%.
El Cuesta Duarte en su análisis sostiene que a pesar de haber permanecido estancada en el segundo semestre del 2022, la economía uruguaya registrará, en el promedio anual, un crecimiento mayor al 5%, esto por el impulso de los primeros tres meses del año.
Las autoridades sostienen que las metas han sido alcanzadas nuevamente en la estrategia que persigue el gobierno, basados en el crecimiento de la economía y el empleo. En este sentido, el de la estrategia, se indicó que en una primera etapa el foco estuvo puesto en la creación de empleo y que ahora se entra en la recuperación de salario real.
El documento del Cuesta Duarte hace un fuerte énfasis sobre la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y la necesidad de cerrar esa brecha, señala que la pérdida financiera acumulada de los últimos tres años nunca se va a recuperar de parte de los asalariados.
La trayectoria del poder adquisitivo ha sido negativa y aún no se revierte, al respecto analiza que al cierre del 2022 la economía se ubicará 3% por encima del nivel que tenía en 2019 y el salario real medio se ubicará casi un 4% por debajo en igual comparación. Se trata de una asimetría que se sostiene en estos últimos tres años, donde los números de la macro economía mejoran y el poder de compra de los salarios cae; lo mismo se remarca en cuanto a los índices de pobreza, que en el primer trimestre del 2022 creció por encima del 2% comparado con el 2019. El instituto Cuesta Duarte expresa la urgencia que tiene mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable.
Desde el PIT-CNT y su instituto se advierte sobre algunas señales preocupantes, se las indica como luces amarillas en el 2023. Se marcan hechos como la finalización de la construcción de la segunda planta de celulosa de UPM, el cierre del programa de empleo de los “jornales solidarios” de los gobiernos departamentales o la baja inversión en obra pública, esto en un contexto de crecimiento que se espera se estabilice entre un 2.5 a 3% anual.
El informe señaló su preocupación por una economía que le resta recuperar terreno en varios planos que hacen a la vida y el bienestar de las personas, como es el caso de los salarios, el ingreso de los hogares y variables sociales como la pobreza y la distribución de los ingresos.
