Uno de los principales problemas que enfrentan estas personas es la falta de acceso a una vivienda digna. Muchos de ellos viven en situaciones precarias, durmiendo en plazas, parques, bajo puentes o en albergues temporales. Esto los expone a diversos riesgos, como la exposición a las inclemencias del tiempo, la violencia y la inseguridad.
Además, las personas en situación de calle suelen enfrentar problemas de salud, tanto física como mental, que se ven agravados por la falta de acceso a servicios de atención médica adecuados. Enfermedades como la desnutrición, las infecciones respiratorias y los trastornos psicológicos son comunes en esta población. En cuanto a la asistencia social, el gobierno uruguayo ha implementado diversos programas y servicios para atender a esta población, como albergues, comedores y centros de atención integral. Sin embargo, estos recursos aún resultan insuficientes para cubrir las necesidades de todas las personas en situación de calle.
Uno de los desafíos clave es la reintegración social y laboral de estas personas. Muchas de ellas enfrentan barreras para acceder a empleos formales y estables, lo que dificulta su proceso de reinserción y autonomía. Programas de capacitación, acompañamiento y apoyo en la búsqueda de empleo podrían ser de gran ayuda.
Además, es fundamental abordar las causas subyacentes que llevan a las personas a la situación de calle, como la pobreza, la falta de oportunidades, los problemas de salud mental y las adicciones. Esto requiere un enfoque integral que involucre a diferentes sectores, como la vivienda, la salud, la educación y el empleo.
La situación de las personas en situación de calle en Uruguay es un desafío multidimensional que requiere una respuesta coordinada y sostenida por parte del Estado y la sociedad civil. Es fundamental garantizar el acceso a servicios básicos, promover la reinserción social y laboral, y abordar las causas estructurales que llevan a esta problemática, con el objetivo de brindar una solución duradera y digna para esta población vulnerable.
El gobierno que asume tendrá por delante una situación agravada en los últimos tres años que han disparado los índices de personas en situación de calle.
Esto pone de manifiesto que hay que lograr implementar nuevas acciones y más integrales para dar solución a los compatriotas y extranjeros que se encuentran en esas condiciones tan precarias.
El 2025 será un año de tomar esfuerzos todos los sectores de gobernanza en Uruguay para comenzar a darle un punto de solución definitiva a este flagelo.
El número de gente en las calle ha crecido exponencialmente en estos últimos años. Basta con caminar por 18, 8 de Octubre o cualquier otra calle importante, pasar por plazas, portales. Y la pandemia hace rato que terminó. Muchos además de adicción a las drogas, problemas psicológicos (sin atención alguna) o son ex reclusos que salen de la cárcel o y no tienen donde ir, separados totalmente de su familia.
Mi presidente lo hizo pero por el bien de los empresarios que necesitaban apoyo económico y liberarlos de los derechos que bloqueaban sus ganancia.