Militares retirados procesados por torturas a adolescentes en 1975

La investigación aborda delitos de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura, cuando las víctimas, en su mayoría jóvenes estudiantes, fueron detenidas, torturadas y sometidas a tratos crueles.

Foto: Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos

Tres militares retirados, José María Lete, Rogelio Garmendia y Pedro Buzó, fueron procesados con prisión en el marco de la causa que investiga abusos cometidos contra 39 adolescentes en el Batallón de Infantería N° 10 de Treinta y Tres, en abril de 1975. La investigación aborda delitos de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura, cuando las víctimas, en su mayoría jóvenes estudiantes, fueron detenidas, torturadas y sometidas a tratos crueles.

José María Lete, en ese entonces segundo al mando en el Batallón, fue procesado como coautor de varios delitos, incluyendo privación de libertad, atentado violento al pudor, abuso de autoridad y lesiones graves. Rogelio Garmendia, identificado por varias víctimas como responsable de los operativos de detención y parte del grupo de torturadores, fue imputado por abuso de autoridad, lesiones graves y privación de libertad. Por su parte, Pedro Buzó, oficial de inteligencia en el Batallón de Infantería N° 4, enfrenta cargos de abuso de autoridad y lesiones graves, estando vinculado directamente a las torturas durante la visita del general Gregorio Álvarez el 18 de abril de 1975, cuando las torturas contra los adolescentes se intensificaron.

Los abusos ocurrieron entre el 12 y el 15 de abril de 1975, cuando 39 jóvenes, muchos de ellos miembros de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC) y estudiantes del liceo de Treinta y Tres, fueron detenidos por orden de la Justicia militar y sometidos a graves violaciones de derechos humanos. Las víctimas fueron objeto de golpizas, descargas eléctricas y abusos sexuales, mientras que a los padres se les retiró la patria potestad y se les impidió continuar sus estudios.

El fallo de la jueza María Eugenia Mier desestimó un recurso de la defensa de Lete, que alegaba que el juzgado de primera instancia no era competente en casos de lesa humanidad. La jueza consideró que dicho planteo tenía la intención de dilatar el proceso judicial y que contradecía las acciones previas de la defensa. Este fallo refuerza el compromiso con la justicia en casos de violaciones de derechos humanos ocurridos durante la dictadura.

5 Comments

      • Hacer memoria, las situaciones son incomparables, es solo ver la cartelería de los torturados amordazados y maniatados en bañeras de materia fecal y electrocutados solo por pensar distinto. Los otros estuvieron más de un día presos y lo pagaron caro.

  1. Estos genocidas no merecen compasión alguna. Estamos hablando de abusos y torturas contra adolescentes, estudiantes liceales que no cometieron ningún delito, ningún atentado, no mataron a nimpunidad y descanso de más de 50 años y recién ahora comenzarán a pagar su crímenes. Y alguien pueded ecir «pobres viejitos»?

  2. El que vivió en esa época no sabe a quien responsabilizar Si a los adultos que impulsaron a estos chicos sin mostrarles otros caminos que podían haber evitado está catástrofe nacional o a la clase política que no estuvo a la altura de las circunstancias

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