Enrique Iglesias: Uruguay enfrenta varios desafíos

El ex presidente del BID señaló que se debe trabajar en sostenibilidad fiscal, la mejora de la productividad y la inclusión social.

Diario la R accedió a una entrevista con el economista y contador Enrique Iglesias.

En 1988 fue elegido presidente del Banco Interamericano de Desarrollo

Durante los primeros dos mandatos de Iglesias como presidente, el BID concluyó las negociaciones Séptima (1989) y Octava (1994) Reposición General de Recursos. Respectivamente, estas negociaciones aumentaron el capital ordinario del Banco por US$ 26,5 mil millones y US$ 101 mil millones y permitieron al organismo ayudar a sus países miembros prestatarios a iniciar una era de reformas, apertura e integración, así como llevar adelante un programa de modernización de la propia institución. Durante ese período, también, comenzó sus operaciones la Corporación Interamericana de Inversiones, filial del BID para el apoyo directo a Pyme de la región.

En 1994, durante su mandato al frente del BID, se aprobó la inclusión sistemática de los temas indígenas en las políticas del Banco y se colaboró activamente en la creación del Fondo Indígena (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1995). Iglesias fue un fuerte promotor del libre comercio y del multilateralismo, teniendo una participación decisiva en la creación de préstamos al desarrollo, y tuvo un interés especial en la energía. A continuación el diálogo mantenido con el ex presidente del BID.

– Buenas tardes. Es un placer tenerlo con nosotros. Hablando de la economía uruguaya, ¿cuáles consideras que son los principales desafíos que enfrenta el país en este nuevo gobierno?.

– Uruguay enfrenta varios desafíos, pero destacó tres principales: la sostenibilidad fiscal, la mejora de la productividad y la inclusión social. La sostenibilidad fiscal es crucial para mantener la confianza de los inversores y garantizar el bienestar de la población. La productividad es esencial para crecer de manera sostenida y competitiva. Por último, la inclusión social es fundamental para asegurar que el crecimiento económico beneficie a todos los sectores de la sociedad.

– En cuanto a la sostenibilidad fiscal, ¿qué medidas específicas recomendaría al nuevo gobierno?.

– Es vital que el gobierno adopte un enfoque equilibrado. Primero, una revisión exhaustiva del gasto público para identificar áreas de ineficiencia. Segundo, promover una reforma tributaria que sea justa y que incentive la inversión. Asimismo, es importante diversificar las fuentes de ingresos, no solo depender de los impuestos a la renta, sino también explorar impuestos verdes y otros mecanismos.

– Hablando de productividad, ¿cómo puede Uruguay mejorar en este aspecto y qué sectores cree que deberían ser priorizados?

– Mejorar la productividad requiere innovación y educación. Debemos invertir en tecnología y en la formación de capital humano. Sectores como la agricultura, la tecnología de la información y las energías renovables tienen un gran potencial. Además, fomentar la investigación y el desarrollo es clave para crear un ecosistema que favorezca la innovación.

– En relación a la inclusión social, ¿cómo puede el nuevo gobierno abordar las desigualdades existentes en el país?

– La inclusión social debe ser una prioridad en la agenda del gobierno. Esto implica no solo políticas de transferencias directas, sino también asegurar el acceso a una educación de calidad y a servicios de salud. Además, es importante fomentar la creación de empleo, especialmente para los jóvenes y las mujeres, que son los grupos más vulnerables.

– Considerando el contexto internacional actual, ¿qué oportunidades y riesgos visualiza para Uruguay?

– Uruguay tiene la oportunidad de posicionarse como un hub regional, aprovechando su estabilidad política y social. Sin embargo, los riesgos están presentes, especialmente en un entorno global incierto. La dependencia de las exportaciones de productos primarios puede ser un factor de vulnerabilidad, por lo que es importante diversificar nuestra economía.

– ¿Qué rol cree que debe jugar Uruguay en la integración regional?

– Uruguay debe ser un puente en la integración regional. Podemos colaborar con nuestros vecinos en áreas como infraestructura, comercio y medio ambiente. La integración no solo fortalece nuestras economías, sino que también promueve la paz y la estabilidad en la región.

– En términos de políticas públicas, ¿hay algún modelo o país que consideres inspirador para Uruguay en este nuevo escenario?

– Mirar hacia los países nórdicos puede ser útil. Han logrado combinar un alto nivel de bienestar social con economías competitivas. La clave está en un sistema tributario progresivo que financie servicios de calidad y una fuerte inversión en educación e innovación. Adaptar esos principios a la realidad uruguaya podría ser beneficioso.

– ¿Cuál es su visión sobre el futuro económico de Uruguay en los próximos cinco años?

– Si se implementan las políticas adecuadas, veo un futuro prometedor. Uruguay tiene los recursos y el talento necesario para crecer y desarrollarse de manera sostenible. La clave será la voluntad política y la colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil.

– Por último, ¿qué mensaje le daría a los jóvenes uruguayos que están empezando su vida profesional en este contexto?

– Les diría que sean optimistas y proactivos. El futuro está en sus manos y su capacidad para innovar y adaptarse será fundamental. También les animo a que se involucren en la vida pública y en la construcción de un país más justo y equitativo. Su voz es importante y puede marcar la diferencia.

– Muchas gracias, por compartir sus ideas y visiones con nosotros. Ha sido un placer.

– Gracias a ustedes. Un placer  conversar sobre el futuro de Uruguay.

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