Lucha y superación transexual

Me gustaría que se implementaran políticas más inclusivas que nos protejan y faciliten el acceso a empleos dignos.

Muchas situaciones son generadoras de discriminación y diferenciaciones entre los humanos.Pero el descrédito por opción sexual aun sigue siendo un flagelo en Uruguay. Diario La R accedió a una entrevista con Carla una chica trans que sufre muchas situaciones complejas como tantas.

– Gracias Carla por tomarte el tiempo para hablar con nosotros. Para comenzar, ¿podrías contarnos un poco sobre ti y tu situación actual?

– Gracias a ti por darme esta oportunidad. Mi nombre es Carla, tengo 27 años y estoy cursando mi Licenciatura en Enfermería. Sin embargo, la realidad es que he tenido grandes dificultades para encontrar empleo en mi campo. Como soy transexual, mi documentación aún refleja mi identidad de nacimiento, que es masculina. Esto ha cerrado muchas puertas en mi búsqueda de empleo, y he tenido que recurrir a la prostitución para sobrevivir.

– Eso debe ser muy difícil. ¿Cómo afecta esto tu búsqueda de empleo en el ámbito de la salud?

– Es un obstáculo enorme. A pesar de tener la formación y el deseo de trabajar en un hospital o clínica, cada vez que entrego mi currículum y ven mis documentos, la respuesta es negativa. La discriminación es palpable. No importa cuántas calificaciones tenga, el hecho de que mi documentación no coincida con mi identidad de género me limita automáticamente. Me siento frustrada, porque tengo la capacidad y la pasión por ayudar a otros, pero el sistema me lo impide.

– ¿Qué has hecho para poder sobrevivir en esta situación tan complicada?

– He tenido que adaptarme a esta realidad. Trabajo principalmente en el ámbito de la prostitución a través de booking privado en Montevideo. No es lo que quería para mi vida, pero es lo que he encontrado. A veces me siento atrapada, ya que este trabajo conlleva riesgos y no siempre es seguro. Sin embargo, es la única manera en la que puedo cubrir mis necesidades básicas y seguir con mis estudios.

– ¿Cómo te sientes al tener que recurrir a este tipo de trabajo?

– Es complicado. Por un lado, me siento agradecida de poder pagar mis cuentas y seguir estudiando. Pero, por otro lado, hay una carga emocional muy pesada. La sociedad tiende a juzgarnos, y muchas veces me siento menospreciada. Este trabajo no define quién soy, pero la gente tiende a ver solo el estigma y no la persona detrás de él. Sueño con un día en el que pueda ejercer mi profesión y ser reconocida por ello.

– Has mencionado que aún no has podido realizarte la cirugía de cambio de sexo. ¿Cómo influye esto en tu vida diaria y en tu trabajo?.

– La cirugía es algo que deseo profundamente. No solo por razones estéticas, sino porque representa una parte esencial de mi identidad. Sin embargo, no es tan sencillo para hacerlo, ni el acceso a un sistema de salud que me brinde la atención que necesito. Mientras mi documentación siga mostrando mi identidad de nacimiento, eso seguirá generando un impacto negativo en cómo me perciben y en las oportunidades que tengo. En mi trabajo actual, eso es un gran desafío, ya que muchas personas no logran ver más allá de ese papel.

– ¿Has encontrado apoyo en tu entorno, ya sea en amigos, familia o en la comunidad LGBTQ+?

– He tenido la suerte de contar con algunas amistades muy comprensivas y solidarias. En mi familia, la situación ha sido más compleja; algunos han sido muy aceptantes, mientras que otros no comprenden mi transición. La comunidad LGBTQ+ en Montevideo tiene grupos de apoyo que me han sido muy útiles. Hablar con otras personas que han pasado por experiencias similares me hace sentir menos sola. Pero aún hay un camino largo por recorrer en cuanto a la aceptación y el apoyo.

– ¿Qué cambios te gustaría ver en la sociedad para mejorar la situación de las personas transexuales en el ámbito laboral?

– Me gustaría que se implementaran políticas más inclusivas que nos protejan y faciliten el acceso a empleos dignos. La educación y la sensibilización sobre la diversidad de género son fundamentales. También es crucial que se respete nuestra identidad de género en los documentos, lo que facilita nuestra inclusión en el mercado laboral. La lucha por la igualdad y el respeto no debe ser solo nuestra; tiene que ser un esfuerzo de todos.

– Por último, ¿qué mensaje te gustaría transmitir a quienes puedan estar leyendo esto?

– Quiero que las personas entiendan que todos merecemos ser tratados con dignidad, independientemente de nuestra identidad de género. No somos solo un estigma; somos individuos con sueños y aspiraciones. Espero que, con el tiempo, la sociedad pueda ver a las personas transexuales como parte integral de la comunidad y no como un problema. Todos tenemos el derecho de vivir plenamente y ser felices.

– Gracias, Carla, por compartir tu historia y tus pensamientos con nosotros. Tu valentía es inspiradora y es fundamental que se escuchen estas voces.

– Gracias a ti por darme la oportunidad de hablar. Mi historia no es única, y espero que al compartirla, pueda ayudar a otros a entender mejor la realidad que enfrentamos. La empatía y el respeto son esenciales para construir un futuro más inclusivo.

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