El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha mostrado este lunes su respaldo a Lituania y ha defendido que solo aplica las sanciones europeas, después de señalar «propaganda» de Rusia que denuncia que Vilna bloquea el tráfico ferroviario hacia el exclave ruso de Kaliningrado.
«Vamos a ser factuales: el tránsito terrestre no está bloqueado, ni parado y el tránsito de productos que no son objeto de sanciones también continúa», ha asegurado el jefe de la diplomacia comunitaria en rueda de prensa tras la reunión de ministros de Exteriores europeos en Luxemburgo.
En este sentido, ha calificado de «propaganda» rusa que Lituania esté imponiendo sanciones nacionales adicionales a las medidas europeas adoptadas por los Veintisiete en relación a la invasión rusa de Ucrania. Y ha defendido que las autoridades lituanas se limitan a aplicar las sanciones europeas, siguiendo las directrices dadas por la Comisión Europea.
«No es culpable Lituania», ha afirmado Borrell después de que este asunto haya estado presente en el Consejo de Exteriores en Luxemburgo, en el que el ministro lituano, Gabrielus Landsbergis, ha explicado a los socios europeos la situación.
Quejas de Rusia
El Ministerio de Exteriores de Lituania ha negado este lunes que el transporte de bienes y mercancías esté «completamente restringido» hacia el exclave ruso de Kaliningrado y ha señalado que las medidas impuestas contra el tránsito de suministros se enmarcan en las sanciones impuestas por la Unión Europea en el marco de la guerra de Ucrania.
«Los pasajeros y los bienes que no están sujetos a las sanciones de la UE pueden seguir transitando el territorio lituano desde y hacia Kaliningrado», ha señalado el Gobierno lituano en un comunicado.
Moscú denuncia «medidas provocativas» de las autoridades lituanas y ha alertado de que «violan las obligaciones internacionales» del país, por lo que ha advertido de que «se reserva el derecho a adoptar medidas para proteger sus intereses nacionales» si la situación sigue sin cambios.