La AS Roma se clasificó este jueves para disputar la final de la Liga Europa, merced a su empate sin goles en casa del Bayer Leverkusen y haciendo bueno su ventaja del 1-0 del partido de ida, en un ejercicio de contención ante las constantes embestidas sin premio del equipo alemán.
El BayArena vivió el segundo duelo en ocho días entre el español Xabi Alonso y el portugués José Mourinho, como jefes de banquillo en dos equipos con trayectorias similares este curso.
Así, ambos luchan en sus Ligas por ocupar posiciones que den acceso a competición europea, pero sabedores del suculento atajo a través de esta Liga Europa.
Con ello en mente, el cuadro de Leverkusen salió a por todas en ataque para remontar el gol de renta que lucía su rival. Incluso estrelló un balón en el travesaño de la portería romana, al cuarto de hora, por obra de Moussa Diaby tras una internada en el área y que culminó con un potente derechazo.
Más de una veintena de disparos realizó el Bayer Leverkusen, todos infructuosos, mientras que el equipo visitante solamente tiró una vez y ni siquiera fue a puerta. De tal modo, a la conclusión del partido, la frustración de Xabi Alonso en el banquillo alemán contrastó con la alegría de un José Mourinho que lleva a la Roma hacia nuevos hitos.
La pasada campaña, un gol de Nicolò Zaniolo dio a la escuadra ‘giallorossa’ su primer título europeo oficial, venciendo al Feyenoord (1-0) en la final de la Conference League.
Ya en el año 1961, la Roma conquistó la Copa de Ferias, pero dicha competición no cuenta con el reconocimiento de la UEFA a todos los efectos.