Actualmente, según la Organización de Naciones Unidas, 146 de 200 países ya han cumplido o están camino a alcanzar índices muy bajos de mortalidad en menores de 5 años. El tratamiento eficaz contra el VIH ha reducido las muertes relacionadas con el SIDA en un 52% desde 2010, y se ha eliminado al menos una enfermedad tropical desatendida en 47 países. Sin embargo, estos datos representan una gota en el inmenso océano de metas a cumplir en la Check List que antes del 2030 nos hace ver la necesidad de una vida mejor.
Desigualdades en el acceso a la atención sanitaria, la vacunación infantil, pandemias, el incremento de los índices de enfermedades como la Malaria y la Tuberculosis, brechas sociales…hacen que todavía no se muestre esperanzador el camino. El progreso ha sido desigual, tanto entre países como dentro de ellos, y sigue habiendo una diferencia de 31 años entre la esperanza de vida más longeva, y la más joven.
400 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud básicos, y el 40% carece de protección social.
La salud es un insumo clave para el desarrollo sostenible. El ODS3, “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”, tiene una posición central en la Agenda 2030, relacionada con más de una docena de metas en otros objetivos, lo cual demuestra su capacidad transversal. Por ejemplo, la meta “una mejor educación en las niñas de África Subsahariana”, perteneciente al ODS4, mejoraría la salud materna; “reducir la malnutrición”, perteneciente al ODS2, mejoraría la salud infantil…
Metas Específicas del ODS3
Poner fin a las epidemias de SIDA, tuberculosis, malaria, y enfermedades tropicales
Reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles
Fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias
Reducir a la mita el número mundial de muertes y lesiones por accidentes de tráfico
Garantizar el acceso universal a los servicios de atención de la salud sexual y reproductiva
Lograr la cobertura sanitaria universal
Reducir sustancialmente las muertes provocadas por productos químicos peligrosos
Fortalecer la implementación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el control del tabaco, en todos los países.
Apoyar a la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos
Aumentar sustancialmente la financiación para salud
Fortalecer la capacidad de todos los países, para la alerta temprana, la reducción de riesgos y la gestión de riesgos para la salud, nacionales y mundiales.
Más de mil millones de personas viven en ambientes frágiles, donde las crisis combinadas con servicios sanitarios precarios, presentan un desafío significativo para la salud global
Todas estas metas, se reducen en un concepto fundamental y global, para reducir la mortalidad y garantizar una vida saludable que promueva el bienestar para todos a cualquier edad, y en cualquier parte del mundo, se requiere trabajar por una cobertura sanitaria universal, reduciendo así factores de riesgo.
La Organización Panamericana de la Salud, declara que, en la región, la mayoría de los indicadores del ODS3 muestran una modesta mejoría en su promedio regional, pero no hay cambios significativos en la reducción de la desigualdad. Por otro lado, algunos indicadores, no solo han incrementado su nivel, sino que aumentan la diferencia entre países más y menos desarrollados, un ejemplo es la tasa de mortalidad por suicidios.
Cada 2 segundos, alguien entre 30 y 70 años de edad muere prematuramente a causa de enfermedades no transmisibles
Cabe señalar, que América Latina y el Caribe, posee sistemas público frágiles, subfinanciados y fragmentados; asistir a consultas de rutinas, incluso a chequeos, puede suponer para varias familias un terror. En una cadena de acontecimientos, garantizar que las personas tengan acceso a una atención médica, es un paso fundamental para poner fin a la pobreza, esto garantiza una población más sana y productiva a la vez.
Siete millones de personas mueren cada año por exposición a aire contaminado
De acuerdo a estadísticas de la región, la más reciente en 2024, entre los sistemas sanitarios más robustecidos, se encuentran Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Cuba, Costa Rica y México. Estos indicadores se miden el índice de acceso y calidad en la atención sanitaria. Asimismo, reflejan los peores resultados, entre ellos se muestran Venezuela, Paraguay, Nicaragua y República Dominicana.