Con 76 votos en 130, el Congreso unicameral de Perú aprobó la admisión del pedido de «vacancia presidencial por incapacidad moral». El 28 de Marzo será la votación para definir si Pedro Castillo es destituido del cargo. Se trata de la segunda «moción de vacancia» contra Castillo en los siete meses y medio que lleva en el poder. En diciembre, el Congreso desestimó la primera. El pedido lo presentaron 50 congresistas de los partidos derechistas Renovación Popular, Avanza País y Fuerza Popular (fujimorista), con apoyo de legisladores de otras bancadas.
La oposición alega «incapacidad moral» de Castillo, quien fue salpicado por la presunta corrupción de su entorno e incurrió en «traición a la patria» por declararse abierto a un referéndum para decidir una salida al mar a la vecina Bolivia, un país sin costa. Si bien se abró la discución del tema, en la instancia siguiente no conseguiría los 87 votos que exige la Constitución para remover a un presidente en una sesión a esos efectos, según expertos.
La iniciativa comenzó fue tratada con la presentación de la moción por el legislador ultraconservador Jorge Montoya. «El presidente Pedro Castillo debe dar explicaciones inmediatas al país por sus reiteradas inconductas», dijo Montoya, un almirante retirado. «El propio señor Castillo ha reconocido públicamente que no se encuentra preparado para el cargo», agregó. Castillo había solicitado acudir al Congreso este martes, para dar un mensaje sobre el estado de la nación en el contexto de la crisis en curso, pedido aceptado por los jefes de las bancadas. La posible destitución de Castillo ronda en el aire desde su elección en junio, cuando sus rivales denunciaron «fraude» a pesar del aval a su victoria por parte de observadores de la OEA y la Unión Europea. Según la oposición, el Presidente es salpicado por la presunta corrupción de su entorno e incurrió en «traición a la patria» por declararse abierto a un referéndum para decidir una salida al mar a la vecina Bolivia.
«No tiene sentido la acusación de traición a la patria. Buscan cualquier forma para acabar con el gobierno de Castillo», dijo el politólogo Fernando Tuesta. La desaprobación del mandatario cayó en marzo a 66%, tres puntos menos que en febrero cuando alcanzó su mayor nivel (69%), pero aún más desprestigiado está el Congreso, que acumula un rechazo de 70%, según sondeo de Ipsos.