Andrea Zumar: mientras la tormenta se transita “uno ve quién está de manera desinteresada y quién buscó o sacó un beneficio personal”

La vicepresidenta de Casmu expresó que su prioridad siempre fue actuar buscando “el bien mayor que es la institución”.

Casmu se enfrentó a un complejo segundo semestre del año, tras presentar una situación financiera en alerta, como medida se aprobó su acceso al Fondo de Garantía de las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva y el Ministerio de Salud Pública (MSP) inició una intervención, que hasta el momento parece haber sido positivo para encaminar a la mutualista. En este marco, Diario La R conversó con la vicepresidenta de la institución, Dra. Andrea Zumar quien entiende

Recordamos que uno de los últimos movimientos fue la entrega, definida por ley para el acceso a el fondo, de un plan de reestructuración a la cartera bajo la dirección del Dr. Julio Pontet, que Zumar generalizó que “está pensando, sobre todo, en la eficiencia de los servicios, mediante un trabajo de estudio, a fondo, de cada uno de ellos”. Dentro de este plan, nos encontramos con la creación de un nuevo organigrama, que implica la reducción de 11 cargos gerenciales y del 10% en salarios de alta dirección.

Consultada por el trabajo que realiza la mutualista junto a los interventores, expresó que si bien trabajan directo con las dirección administrativa y económica, se han generado instancias donde participa el Consejo Directivo, que a criterio de la vicepresidenta “son positivas”. Expresó que “están ayudando a ordenar este universo que es Casmu, en una situación compleja y con todas sus particularidades”, destacando además que “vinieron con espíritu colaborativo que es lo importante”. En esa línea transmite que en lo personal “a mí me gusta el trabajo en equipo, porque con la visión de una sola persona no se logran muchas cosas” entonces espera que “puedan colaborar juntos, para que con ambas visiones se puedan plantear posibilidades e iniciar procesos que nosotros no tuvimos en cuenta, porque desde que asumimos la gestión hay desafíos que pudimos afrontar y otros que no, por diferentes motivos”.

Esta situación que afronta Casmu, donde al principio primaba la incertidumbre, generó “inestabilidad” y tanto en el personal como en el usuario, “se instalaron inseguridades” que asegura con el tiempo y del trabajo que se realiza en conjunto para “mejorar la institución”, el panorama cambió. A nivel de usuario aclaró, que hay puntos “candentes” como la emergencia donde se está predispuesto, pero que en general “están conformes y tranquilos,  en el sentido de que el tiempo transcurrido jugó a favor en darse cuenta de que la institución donde ellos son socios, sigue brindando los servicios como lo hacía, con calidad”.

“Desde el inicio de la gestión, pero sobre todo cuando empezó la tormenta, lo que siempre hice fue hacer lo más humanamente posible” reflexionó, explicando que fue “actuar con aplomo, ordenadamente y responsablemente en cada situación, para buscar y entender de manera serena y segura, cuáles eran los mejores pasos a seguir, siempre con el bien mayor que era la institución”. En este marco aclaró que “nunca me puse en el centro de la prioridad”, principalmente por el “peso de la responsabilidad de tener seis mil funcionarios directos, que significan una familia detrás” y porque “le tengo mucho cariño a la institución, nací acá, mis hijas también y espero que eso se siga transmitiendo”.

Describió que fueron y son meses “de mucha preocupación y angustia” pero “sin duda que las tormentas pasan y mientras se transitan uno ve quién está de manera desinteresada y quién buscó o sacó un beneficio personal”.

En menos de un año Casmu tendrá elecciones administrativas y Zumar analiza, que si bien la intervención fue sin desplazamiento de autoridades, “no es una elección que se pueda planificar como las anteriores”. Sin embargo, reiteró que su postura no está enfocada en esa instancia, sino en “defender y viabilidad de Casmu como institucionalidad». Entendiendo que cuando uno “se pone en modo político o electoral se dejan de lado ciertos temas y la verdad ahora tengo puesto el chip del bien mayor”.

Salud mental, desafíos y  balance de año

En octubre resonó el caso de Milagros, una joven que sufrió de abuso sexual cuando era menor de edad y que años después buscó ayuda profesional en la mutualista pero se suicidió mientras esperaba. Consultamos a Zumar por las esperas que presenta el sistema de salud y qué medidas tomarán, respondiendo que “actualmente se cumple con lo establecido por el MSP respecto a que la espera de la consulta con especialista, que limita a los próximos 30 días”. Sin embargo, aclara que “cuando se trata de un especialista en particular, porque la mayoría elige un seguimiento con un mismo doctor o doctora, puede suceder que la espera se alargue”, aún así en relación al caso de Milagros se generó una investigación interna desde el Departamento de Calidad en conjunto con el Departamento de la Comisión de Seguridad del Paciente, que derivó a un informe con recomendaciones para “prevenir esta clase de situaciones” y anunció que “vamos a colaborar” en la investigación que dispuso la cartera de salud.

Desde Casmu “lamentamos profundamente lo sucedido” expresó concluyendo que “la salud mental en Uruguay requiere una política sanitaria urgente, porque hay cifras que son preocupantes y son una alerta a la acción”. Zumar agregó además, que “se presentan factores o vivencias de situaciones desgarradoras, que no reciben la ayuda o apoyo necesario para que la persona continúe con una vida saludable”.

Como desafíos próximos, puntualiza que el principal es que la mutualista “pueda caminar sola, sin intervención”. Además expresó que buscan que  “todo el espectro, desde el órgano rector a los usuarios, vuelvan a confiar en nosotros independientemente de quien tenga el timón en el momento”, así como también “seguir disminuyendo el patrimonio negativo” y “lograr un equilibrio económico y financiero” destacando que “en lo asistencial estamos bien”.

Finalizando realizó un balance general del año posicionándolo como el que la marcó más, incluso que en Pandemia, “porque me tomo las situaciones con mucha seriedad, responsabilidad y me empapo de las situaciones al punto de que no apago el cerebro en ningún momento”. Describe que el 2024 fue una “montaña rusa” y como una “tormenta”, que va a pasar pero que transitar “es difícil, pero muestra quienes realmente se remangan para trabajar y quienes no”.

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