Peñarol se enfrentará a Racing en el Campeón del Siglo por la Fecha 5 del Torneo Apertura de la Primera División del Fútbol Uruguayo. El objetivo para ambos es ganar y así poder ascender en la tabla de posiciones, luego de dejar varios puntos en el camino y encontrarse en una situación comprometedora y necesitados de los tres puntos.
El detalle de este partido es que, en 5 jornadas, este será el segundo encuentro del Carbonero en su casa, pero es más significativo porque es la primera ocasión en que los seguidores del Mayan podrán ir a su estadio en este torneo, luego de que su club cumpliera con la sanción de jugar a puerta cerrada.
En el caso del local, aunque no conoce la derrota en el actual apertura, dejó dos puntos en la etapa 4 al igualar 1 a 1 con River Plate, y ahora pretende cosechar su segunda victoria en el certamen, donde sólo le ha podido ganar a Progreso en la primera fecha (luego fueron empates con Nacional, Boston y River).
A su vez, Racing intentará capitalizar su buen presente y volver a sumar unidades luego de un mal inicio de temporada, donde en las primeras tres fechas del Apertura no pudo ganar, lo que determinó el cese del entrenador Darío Rodríguez (en su lugar asumió Cristian Chambian). Recordemos que hace pocos días, la academia venció por penales a Wanderers y se clasificó a la fase de grupos de la Copa Sudamericana.
Se dio a entender claramente -por parte de la prensa, en su gran mayoría- que en el partido que Peñarol empató a 1 con Boston River en el Campeón Del Siglo, los aurinegros se vieron perjudicados por jugar sin parciales propios, como sanción (mínima y ridícula, impropia de una liga seria) por los fuegos artificiales arrojados en el clásico. A Nacional le tocó lo mismo. El Código de Penas de la AUF es un chiste. Eso sí, si se repite el hecho entre las hinchadas de dos cuadros chicos, la sanción será sin duda más severa. Si Peñarol gana, seguramente lo postularán otra vez como favorito para ganar la Libertadores. Si no gana, y sobre todo si Leo Fernández sigue sin hacer goles (ni hablar si desperdicia otro penal), insistirán en la mala suerte que persigue a Peñarol de un tiempo a esta parte y que la culpa es del arquero De Amores.