Muchas veces y en muchos lugares, la pregunta de “en qué crees” es una carta de presentación. En diversas regiones, la respuesta condiciona el trato y las futuras relaciones… Ya sea en los dioses, los espíritus, la materia, los ancestros, la energía, en personalidades, el hombre cree… El ser humano, a pesar de las habilidades que ha desarrollado con su propia evolución, necesita aferrarse a una creencia, material o espiritual, ser consciente de que cada obra que realiza está amparada y aprobada por un bien mayor, bien al que no solo acude en las situaciones más difíciles.
Cuba es una isla bañada en las aguas del Mar Caribe, estado multicultural y multireligioso, declarado laico por constitución. Cada creencia practicada es resultado de una etapa histórica, conquistas de por medio, y puntos de intersección con otras culturas.
Antes del siglo XIV, los primeros habitantes de la isla, aborígenes, no indios, les adjudicaron a los dioses las asombrosas manifestaciones de la naturaleza, a sus entidades mágicas le rezaban, ofrendaban y culpaban. Finales de 1400, llegaron los españoles en su arrasadora conquista, imponiendo, además del idioma y sus costumbres, la religión. A partir de ese momento, los nativos tenían que creer en sus reyes católicos y los nuevos dioses que, aunque muy vestidos y civilizados, masacraron a su pueblo. Ante la inminente extinción de los aborígenes, convertidos en mano de obra, barcos desbordados de negros invadieron las bahías. De todas partes del “Continente Madre”, pero mayoritariamente de la costa occidental, los africanos salieron de su tierra, aunque en el alma traían sus credos, el látigo español los obligaba a olvidar.
Años de represión e implantación de religiosidades, fue la Cuba de esos años. Ya no quedaban aborígenes y los negros esclavos, espíritus con fortaleza inigualable, encontraron la forma de seguir adorando a sus dioses, comenzando lo que muchos autores han denominado como sincretización cultural. Proceso en el cual, con el fin de mantener las creencias, crearon un paralelismo entre los dioses blancos y los suyos negros.
Estas primeras raíces han devenido en el abanico de religiones que conforman la sociedad cubana actual. Desde el catolicismo hasta los Yoruba, Cuba es eso, la premisa de siempre creer en algo, una fuerza mayor que convide a actuar, y hacerlo bien.
Representación religiosa en Cuba
La vida religiosa del cubano no se caracteriza por el catolicismo que la colonia española trajo consigo, ni por la ortodoxia de algún otro sistema religioso, sino por una creencia en lo sobrenatural, que, con formas propias, se mantuvo y mantiene presente en la vida urbana y rural del país.
Iglesia Católica: Es la institución religiosa más grande en Cuba, actualmente, posee alrededor de 600 templos. El país está dividido en once diócesis, tres de ellas con rango de arquidiócesis. El liderazgo espiritual de la nación tradicionalmente ha sido compartido entre el arzobispo de Santiago de Cuba (Primado de Cuba) y el arzobispo de San Cristóbal de La Habana. La principal figura es Dios, convertido en Jesucristo y Espíritu Santo, y luego la Virgen María, interpretada como la Virgen de la Caridad del Cobre, figura encontrada en las aguas de la región oriental del país.
Cristianismo: Aunque mantiene muchos preceptos de la religión católica, y reverencia la figura de Cristo, no comparte con ella la adoración a los santos y las figuras en las que se encarnan. De ella se desprende el evangelismo, y otras religiones protestantes (Presbiteriana, Episcopal, Metodista y algunas convenciones Bautistas).
Religiones Africanas (Yoruba, Arará, Abakuá y Congo): Los Orishas del Panteón Yoruba fueron vistos hasta hace muy poco como “brujerías”, enfermedades, aberraciones u “oscurantismos de negros”. Así se estigmatizó por años este interesante y profundo sistema de conocimientos y tradiciones culturales. Actualmente, si no es la más radicada en la isla, es una de las más representadas. El tablero de Ifá, reconocido como patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO, es el sistema adivinatorio al que más acuden los cubanos para conocer su presente y futuro.
Existen otras religiones: Cuba es también el hogar de una comunidad judía pequeña, pero activa, la cual creció a medida que un número significativo de refugiados de Europa del Este se estableció en el país en el siglo XX. Hay comunidades más pequeñas de musulmanes, cristianos ortodoxos, islamistas, hindúes, animistas, taoístas, Comunidad Hebrea …
Logias: En Cuba funcionan cerca de mil logias pertenecientes a distintas órdenes, entre las cuales se destacan las masónicas, Odd-fellows Independientes, Odd-fellows Unidos, Caballero de la Luz, Teosóficas y Rosacruces.
Influencia Extranjera: La apertura del país al turismo fomentó el incremento de la entrada de estudiantes de América Latina, Asia y África, ambos han aportado nuevas formas religiosas no conocidas como el caso del resurgir de las identidades indígenas tanto en el oriente del país como en el occidente, de estos últimos tenemos cubanos que se declaran taínos, yucatecos, mixtecos…
Esta historia es muy larga, queda mucha tela por donde cortar, por el momento, si me preguntan en qué creo, digo: Me bauticé en una iglesia católica, impulsada por la fé de mis padres, pero no puedo olvidar la historia de mis abuelos negros y su religión de bellos trajes y rebeldía. En los momentos difíciles, yo rezo, me persigno, pido bendiciones y mucho Aché, así…todo junto.