El 78 por ciento de los fallecidos en muertes violentas intencionadas –homicidios dolosos, robo, lesión seguida de muerte y muertes por intervención policial– son de raza negra, según un estudio publicado en el Anuario Brasileño de Seguridad Pública.
Este porcentaje pone en evidencia la elevada tasa de mortalidad para la población negra, ya que ésta supone el 56 por ciento del total. El 21,7 por ciento de muertes violentas corresponden a blancos.
En cuanto a las muertes por intervención policial, el sesgo es aún mayor, con un 84 por ciento de víctimas negras y de hecho ha crecido en 5,8 puntos desde 2021, según el estudio, recogido por el diario ‘Folha de Sao Paulo’.
Entre los propios policías civiles y militares que mueren en acto de servicio, el 67,7 por ciento también son negros. Entre las víctimas de feminicidio, el 62 por ciento son negras y el 37,5 por ciento, blancas.
La «evolución» de la población carcelaria en Brasil
También resulta preocupante el dato de la evolución de la población carcelaria: en 2005 el 58 por ciento de los presos eran negros y el 40 por ciento, blancos; pero en 2021 el porcentaje es de 67,5 y 29 por ciento.
La abogada de oficio de Río de Janeiro Lívia Casseres ha indicado que la violencia racial es un «problema histórico» en Brasil.
Aseguró que no ha sido acometido todavía por el Estado. «Los datos del último Anuario dan una dimensión de la insuficiencia de las transformaciones meramente culturales, en el ámbito del discurso», ha argumentado.
Europa Press.
