California ha aprobado una nueva práctica de entierro más ecológica: el compostaje humano. La cremación, que es ya la opción elegida en casi la mitad de las defunciones en EEUU, consume gran cantidad de energía y emite CO2, por lo que el compostaje o reducción orgánica natural es una práctica mucho más respetuosa con el medio ambiente.
El proyecto de ley, redactado por la congresista Cristina García, permite la reducción orgánica natural de restos humanos en la tierra como alternativa ecológica al entierro. «Con el cambio climático y el aumento del nivel del mar como amenazas muy reales para nuestro medio ambiente, este es un método alternativo de disposición final que no contribuirá con las emisiones a nuestra atmósfera», se ha congratulado García en un comunicado que recoge The Guardian.
El proceso consiste en colocar al difunto en una caja de acero rellena con materiales biodegradables como madera y flores. Entre 30 y 60 días, el cuerpo se descompone en tierra y los restos se devuelven a los familiares para que los depositen donde consideren.
California es el quinto estado en legalizar el compostaje humano, después de Washington, Colorado, Vermont y Oregón.