Desde 1940, cada 26 de mayo se conmemora en Uruguay el Día Nacional del Libro, fecha en la que además se celebra el aniversario de la Biblioteca Nacional, la primera biblioteca pública del país, fundada en 1816. En este contexto, Diario La R se planteó navegar en uno de los factores claves para que un libro se publique y llegue a los lectores, la editorial.
Entre sus responsabilidades, la Biblioteca Nacional es la encargada de otorgar el Número Normalizado Internacional del Libro (ISBN) y desde 1987 Uruguay cuenta con una Ley del Libro donde se declara de interés nacional la producción, edición, coedición, impresión, introducción, comercialización y difusión del libro y se establecen mecanismos de asistencia crediticia, franquicias fiscales y otras facilidades para impulsar el sector. En relación a su densidad demográfica, nuestro país se encuentra entre los primeros lugares en publicaciones y lectoría, algo que no solo acompañó a la industria editorial en su trayectoría y presencia, sino que también responde al crecimiento de los autores-editores y editoriales independientes.
Grupo Planeta es un grupo editorial multinacional, que nace en 1949 en Barcelona, España, de la mano de José Manuel Lara Hernández y bajo el nombre Editorial Planeta. Actualmente opera en 25 países, incluyendo Uruguay, de cuatro continentes y cuenta con más de 70 sellos editoriales en España y América Latina. En conversación con la directora editorial de Planeta en Uruguay, Camila Guillot, destacó no solo la “fuerte” presencia que tiene la empresa en nuestro país, sino que además somos un país “muy lector”. “En proporción a otras filiales, la cantidad de libros que vendemos es muy alta”, expresó.
Guillot se presenta como un “alma inquieta” y recuerda que la literatura “siempre estuvo muy latente en su vida, pero la veía demasiado natural como para pensarla como un trabajo”. En su búsqueda de qué estudiar y después de pasar por otras carreras, se decidió por Letras y dentro de las materias optativas, se encaminó en la rama de la Corrección de Estilo. Paralelo a su carrera empezó a hacer correcciones y “siempre había algo que lo ponía en comentarios, sobre lo que opinaba más desde otro lugar”, entonces “no solo aprendí lo técnico de la corrección sino que también me metí en el mundo de la edición”. En 2022 empezó a trabajar como editora en Planeta y en 2024 ascendió a la Dirección Editorial.
La edición
Planeta cuenta con un plan anual guía, con posibilidad de apertura, teniendo en cuenta que a la editorial la componen varios sectores y que no solo arman el plan de edición de Uruguay, sino que también traen los libros que vienen de otras filiales. En lo que respecta al trabajo del editor en particular, explicó que a veces trabajan con dos o tres libros al mismo tiempo y que “cada proceso es diferente y cada autor es diferente, hay libros que tienen llevan más tiempo que otros. Después entran los otros actores que son el corrector, el maquetador, el ilustrador o el diseñador y las imprentas”. “Entonces, todo eso tiene que estar muy bien coordinado”, reflexionó.
Si bien considera que las herramientas tecnológicas tuvieron un salto muy grande, cuando inició sus estudios, “ya existían” y “nunca llegué a vivir ni a experimentar, la edición sin ellas, de hecho lo pienso y me enloquece, por la masividad de la producción de un libro”.
Dentro de los avances tecnológicos, se dio también el surgimiento de plataformas que presentan una nueva forma de escribir y de comunicarse con los lectores, como Wattpad y sucede que “muchos autores de esta plataforma después salen en papel. Entonces, es imposible verlo como algo negativo, simplemente es una nueva forma de literatura en esta época”. Por otra parte existen herramientas como el Kindle, que en su momento “generó un poco de inquietud” pero que actualmente “convive perfectamente”. En ese sentido, explicó que “de los libros que salen en papel, también sale el libro en ebook. O sea, uno no anula el otro y de hecho, por ejemplo, permite que muchos autores lleguen a otros países. Lo que hace es democratizar aún más la lectura”.
Uruguay cuenta con la Biblioteca País de Ceibal, donde se puede acceder a obras en formato digital de manera gratuita y que, por convenio, Planeta es parte. “Los libros hoy en día son muy caros y esta plataforma permite no solo el acceso a la lectura gratuita, sino que evita la piratería. El libro no es un objeto de primera necesidad, es para pensar, viajar, disfrutar o la sensación que quieras tener, entonces hay una cuestión de querer leer todo lo que puedas leer, porque cuando se termina la lectura vas a querer seguir leyendo otro. Para mí, teniendo en cuenta la cantidad de libros que existen si vos no permitís el acceso gratuito a alguno de ellos, la gente no los va a poder leer”.
Considerando que la única carrera de editor se encuentra en el ámbito privado, analiza que aunque en Uruguay conviven muchas editoriales, “es difícil pensar en una carrera que no sé si tiene una salida laboral tan grande o la tiene, pero capaz más independiente o tendiendo redes con otras editoriales de otros lugares”. “A veces hay libros que rompen el molde en cuanto a la venta, pero después en general tienen un límite bastante bajo. Entonces, para poder generar más trabajo, contratar más correctores y más editores, tengo que aumentar la cantidad de libros del plan y eso puede suceder si hay demanda”, explicó.
Como editorial, buscan poder leer todos los manuscritos que llegan, pero teniendo en cuenta que “hay mucho de la literatura que es subjetivo”, entonces, ante dudas se envían a lectores beta “quienes nos arman informes de lectura y lo puntean para saber si está buena la historia y si es comercial”.
Desafíos
Consultada por los desafíos que la editorial enfrenta, expresó que uno de ellos y que considera como personal, es “la cantidad de autores y de libros nuevos que surgen y que no todos pueden publicarse. Tengo que pensar mucho cuando elijo, para elegir bien”. Después, entiende que la inteligencia artificial es otro desafío, “no hay que caer en la tentación de usarla para cosas que no deberíamos usarla”.
Por otra parte, habló del factor económico, “hay que establecer precios que sean un poco más accesibles, porque en la medida que el libro se vuelve un poco inaccesible los lectores disminuyen”. Además, se compite con la compra online, “donde hay librerías físicas que permiten, por ejemplo, que vos en Uruguay compres el mismo libro en otro país pero a menor precio”. En esa línea Guillot expresa que “hay que comprender que la gente quiere eso, que no por vender de esa manera deja de ser una forma de vender libros y que desafía a pensar un equilibro para todos”.
Por último, habló del deseo de que “todos los autores que publican con nosotros o la gran mayoría, puedan ver publicada su obra en otros países”. Si bien se están dando oportunidades a autores uruguayos, informó que a veces “otras filiales no le ven potencial, como nosotros no se lo vemos a ciertos libros que mandan”.
El libro
“Para mí el libro es un símbolo de libertad, primero porque a cada uno le pasan diferentes cosas. Segundo, permite practicar la facultad del lenguaje, si no lees tu vocabulario va a ser muy básico. Tercero, los libros han sido históricamente las herramientas donde uno cuestiona lo que tiene alrededor”, reflexiona. Guillot entiende que “es como un alimento del cerebro y del alma”.
A su vez, destacó que el libro también “habla de un tiempo particular de cada época, ahora se puede escribir determinadas cosas y no es necesario dejar un legado capaz de la humanidad entera, porque hay otros medios para hacerlo”.