Campus Gol, la nueva intervención deportiva del Estado

Se busca mejorar el bienestar deportivo de las jugadoras juveniles.

Coordinadora del área de Programas Especiales de la Secretaría Nacional del Deporte , Ana Ortiz.

La Secretaría Nacional del Deporte se encuentra trabajando en un redireccionamiento de los recursos de su Programa Gol con el fin de alinearlos a las necesidades y las líneas estratégicas actuales. Es así que lanzaron Campus Gol, un modelo de intervención deportiva integral que tiene por objetivo mejorar el bienestar deportivo de las jugadoras juveniles de las categorías sub-14, sub-17 y sub-19 de las instituciones vinculadas a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).

La coordinadora del área de Programas Especiales, Ana Ortiz, explicó a Diario La R que es nueva forma de trabajo que responde a un estudio sobre la realidad del universo femenino en el que vienen trabajando, aclarando así que el fútbol femenino en Uruguay “es un universo mucho más grande”. La nueva propuesta, que beneficiará a más de 800 futbolistas juveniles femeninas, apunta a optimizar el bienestar deportivo de las jugadoras, direccionando esfuerzos para obtener un equilibrio en recursos y oportunidades frente al fútbol masculino.

“El área de salud, de educación y deportiva son las que observamos mayor precarización”, informó. Entonces, se decidió que el objetivo principal era generar las condiciones de bienestar deportivo, entiendo al deporte como un derecho, y a las jugadoras como un sujeto de derecho. Campus Gol se instalará como un ciclo anual conformado por tres fases, en las que se prevé la realización de diagnósticos, evaluaciones y talleres para las deportistas, sus cuerpos técnicos y los clubes que representan.

En ese sentido, se cuestionan cuáles serían las condiciones ideales que generen bienestar en la práctica. “En el caso del fútbol femenino son mucho más visibles que las condiciones precarias en el fútbol masculino. Por ejemplo, entrenar en canchas que no tengan baños es una precariedad mucho mayor que para el masculino. Imagínate una chica que esté con su periodo y tiene que ir a entrenar”. Por otra parte, recordó que desde el 2018 para los equipos AUF es una obligatoriedad contar con una rama de fútbol femenino para poder participar en torneos masculinos internacionales. Sin embargo, las jugadoras son insertadas en clubes que “no están pensados para el fútbol femenino”.

Entonces, “armamos una metodología de trabajo que nos permita, en primer lugar, identificar las condiciones de los clubes desde diferentes dimensiones y a la vez abordar las que entendíamos, desde la experiencia de trabajo previa, que eran las que podíamos trabajar”, explicó Ortíz. En base a ese diagnóstico, pretender ir reforzando, año a año, las líneas de acciones que se tomen, de acuerdo a lo que se vaya relevando y a las respuesta que den las mismas.

Junto con el Observatorio Nacional del Deporte realizaron un cuestionario que “nos permite plasmar un índice de desarrollo de proyecto deportivo”, donde se relevan cuestiones como la infraestructura, el estado de las canchas, los entrenamientos, la perspectiva de género, entre otras cuestiones de derechos de las deportistas. En el mes de noviembre realizarán una evaluación 360, que consta en cuestionarios anónimos “para poder tener una evaluación más cualitativa y más neutra de las formas de trabajo”.

Campus Gol, un modelo de intervención deportiva integral.

Construcción de trayectorias

Por otra parte, Ortíz observa que hay una realidad instalada y es que “el fútbol femenino a nivel de etapas formativas viene en crecimiento, en todo el territorio del país”. En ese sentido, destacó que en Uruguay la motivación primaria es cada vez más “disfrutar del deporte mismo y no tanto por la ambición de la trayectoria deportiva de alto nivel profesional”. Analiza que quizás se da por el corto camino comparado con el fútbol masculino, que tiene mucha más trayectoria en años.

“Todavía no tenemos referentes uruguayas del fútbol femenino, a pesar de tener jugadoras en el exterior. Hay que construir esa historia”, expresó. Ante esta atención desigual, lamentó que aún está instalada la mirada de que para un club el fútbol femenino “es una carga” y “no es un potencial de desarrollo deportivo, por el rédito económico”.

En esa línea, Ortíz señaló que se necesita de un trabajo importante de articulación institucional para que el deporte y la actividad física puedan crecer. “Hay que sumar esfuerzos porque son emprendimientos de gran exigencia para el país y solos no podemos” agregó.

“Teniendo a los deportistas como sujetos de derecho, hay que abrirles todas las posibilidades y otorgarles las mejores condiciones para esas posibilidades. Tanto en lo que respecta al deporte recreativo como al profesional, hay que generar las mejores condiciones para esa trayectoria deportiva y para que ese interés se mantenga”, destacó. Por otra parte, estudia que el deporte representa un espacio de encuentro, en un contexto donde “por lo menos, en Montevideo se están perdiendo” y entiende como “fundamental”, seguir fomentando la generación de estos encuentros.

Es así que “nuestra idea es a partir del año que viene poder llevar Campus Gol a otros territorios y otras ligas. Por defecto los equipos que forman parte del programa actualmente son de Montevideo y Canelones, pero es de nuestro interés poder llevar esta modalidad a otros lugares. Ahí la realidad nos irá mostrando qué es lo que se puede hacer”.

Dinamismo y respuestas integrales

Finalmente, le consultamos por lineamientos generales del área de Programas Especiales para este quinquenio, a lo que resaltó la impronta de trabajar en conjunto en pro a las líneas estratégicas. “Las cuatro áreas de la secretaría estamos trabajando en conjunto. Entonces, las decisiones se toman en conjunto y las soluciones o las formas de responder también, uniendo así recursos y miradas”, resaltó.

Además, expresó que buscan que haya más dinamismo en los programas, teniendo en cuenta que la realidad cambia y el programa no puede seguir igual. “Actualmente pensamos nuestras formas de trabajo de manera que nos obligue a nosotros a estar atentos, a indagar, a cuestionarnos y a reformular, para no perder de vista ese objetivo que es mejorar las condiciones de bienestar de las deportistas y los deportistas, basado también en el presupuesto que haya”, informó.

Entre las acciones que llevan adelante, también se encuentra el proyecto para un Plan Nacional de Seguridad Acuática, que se acompaña con el trabajo que realiza el Parlamento para aprobar la Ley de Seguridad Acuática Nacional, “que es lo que le va a dar validez y fuerza al plan”.

En otra instancia, cambiaron la modalidad de trabajo con el INR, INISA e INAU, donde predominará la “colaboración mutua más formativa y de construcción” y no únicamente las instancias de donaciones. Por ejemplo, con la Unidad 6, trabajan en el mantenimiento de un gimnasio de boxeo ubicado en un centro de referencia de política social del Mides. “A los privados de libertad les cuenta como reducción de pena, pero a la vez compartimos con ellos el sentido social de este trabajo”.

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