Tal como fue anunciado por las autoridades de gobierno nacional -por intermedio del Ministerio de Salud Pública (MSP)-, este miércoles 31 de marzo, la ya exmutualista Casa de Galicia cerró sus puertas, y sus trabajadores ya no desempeñarán más tareas en la institución, como también sus socios ya no son parte de la entidad. Fue fundada un 1º de octubre del año 1917 por José María Barreiro, nacido en la localidad de Bayona -Pontevedra, en Galicia (España).
La “caída formal” en los papeles comenzó en la tarde del pasado jueves 23 de diciembre de 2021, cuando el juez de Concursos de 1º Turno, Leonardo Méndez, decretó el cierre. La sentencia dictaminó en la sentencia “el cese inmediato de actividades”, excepto el de los servicios de institutos de medicina altamente especializada (IMAE). La medida alcanzaba la atención ambulatoria y que la sindicatura, a cargo de la Liga de Defensa Comercial (Lideco) y liderada por los abogados Fernando Cabrera y Júpiter Pérez, debía coordinar con el Ministerio de Salud Pública (MSP) a través de la Junta Nacional de Salud (Junasa).
Ya en los primeros meses de este 2022, y con el fallo judicial confirmado, el gobierno nacionaljunto al MSP envió al Parlamento un proyecto de ley para definir el camino en que se distribuirían los socios y funcionarios en cinco entidades médicas.
Sobre la hora 18 de ayer, se concretó una convocatoria a la puerta del sanatorio ubicado en avenida Millán y esquina Raffo. Allí se hicieron presentes socios, funcionarios técnicos y empleados no técnicos, como así también dirigentes de la Asociación de Funcionarios de Casa de Galicia (A. Fun.Ca.G), quienes organizaron el encuentro, el cual fue el instante en que trabajadores y afiliados se vieron las caras en el momento de la despedida.Mujeres y hombres de diversas edades, como así también niños, estuvieron presentes en el momento. “Se siente, se siente, Galicia está presente!”, era el cantico de trabajadores y socios, mientras muchos tenían en sus manos globos blancos, impresos con la palabra Casa de Galicia y escritos sus nombres y números de historia clínica, mientras sonaba de fondo la canción “A redoblar” (tema del año 1979, del grupo Rumbo) y Adagio en Mi País, de Alfredo Zitarrosa. También por intermedio de un vehículo que tenía parlantes se pudo escuchar la música de como suenan las gaitas gallegas.
Una de las imágenes y situaciones que conmovió más fue la de un hombre de 90 años de edad, que decidió encadenarse en el frente del sanatorio. Entrevistado por el noticiero Subrayado, dijo que estuvo pensando durante algunos días que acción podía llevar adelante para reclamar por el cierre de la institución, y que finalmente tomó la decisión de encadenarse. Además, se mostró crítico por la gestión que se desarrolló ante el tema desde la clase política
Dos horas antes de la despedida, concretamente sobre las 16, los últimos funcionarios que estaban cumpliendo con su turno, se retiraron, dando así por finalizado su horario pero también el último servicio que se brindó a los afiliados. También en la pasada jornada, los trabajadores fueron recibiendo un mensaje de texto (SMS), el cual decía: “Estimado/a, el 31 finaliza la actividad de CDG (Casa de Galicia) y su relación laboral con ella. Su dedicación y compromisoidentificaron a esta institución”. Esto significaba que dejaban de pertenecer a la institución, y por consiguiente ingresaban al seguro de paro.
Pero más temprano aún, antes del mediodía, se podía observar el frente del sanatorio de Casa de Galicia con los mismos globos blancos con frases escritas, que iban desde nombres y fechas hasta despedidas. Además, durante varias horas de la jornada el lugar fue punto de encuentro de trabajadores y socios que fueron compartiendo llantos, abrazos y emoción por un final que con el paso de los días y semanas fue inevitable.
Ya el día miércoles 30 en horas de la tarde, algunos sectores del edificio central habían sido cerrados con candado, incluso las puertas de la emergencia. Varios de los pacientes que estaban internados, fueron trasladados en el transcurso de la semana, mientras que en los casos excepcionales, hasta el momento hay cuatro internados en Cuidados Moderados, dos en CTI y uno en Cuidados Intermedios, informó ayer el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani. Quienes quedarán trabajando son los empleados que se desempeñan en los Institutos de Medicina Altamente Especializada (IMAE), por un tiempo aproximado de entre 30 a 45 días.
Cabe recordar que hasta diciembre del 2021, la institución tenía entre 44.000 y 45.000 socios. De esa cantidad -aproximada-, unos 40.000 afiliados fueron distribuidos a través del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) en cinco mutualistas (Crami, Cudam, Universal, Círculo Católico y Hospital Evangélico). También serán transferidos los funcionarios, y de un total de unos 1.200, hay cerca de 900 que tendría “garantizada” su fuente laboral, aunque esto no hay certeza de cuantos días o semanas demorará en conocerse. La cantidad de empleados restante integrará una bolsa de trabajo a la que se echará mano cuando otros prestadores de salud necesiten cubrir vacantes de personal.
Por su parte, en cuanto a los médicos, en la noche de ayer se estaban desarrollando negociaciones en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) por el futuro laboral los más de 500 médicos, con la presencia del Sindicato Médico del Uruguay (SMU). Pasadas las 20.30 horas, mientras muchos aún no podían contener el dolor y la tristeza del momento, comenzaron a sonar las estrofas del himno nacional, mientras paulatinamente varios asistentes a la convocatoria comenzaban a retirarse del sitio en donde Casa de Galicia estuvo hasta ayer.
La Suprema Corte dijo NO
De acuerdo a lo informado por el semanario Búsqueda, la Suprema Corte de Justicia (SCJ) firmó este jueves 31 una sentencia en la que rechazó el recurso presentado por más de 600 socios de Casa de Galicia para que fuera suspendida la aplicación de la Ley Nº 20.022, texto que determina la distribución de los trabajadores y socios a cinco instituciones del sistema mutual. Muchos de los afiliados, asesorados por el abogado Juan Ceretta (profesional en la UdelaR), firmaron un recurso en los meses de febrero y marzo pasado para solicitar a la Justicia que declarase como inconstitucional la ley promulgada por el gobierno. La decisión también fue comunicada al Ministerio de Salud Pública (MSP).