Hoy martes 14 de enero, a las 11 h, se llevó a cabo una reunión tripartita en DINATRA con el objetivo de negociar el reintegro de la médica pediatra de la mutualista Casmu, quien fue despedida de manera arbitraria. Este encuentro, que se esperaba como un paso hacia la resolución de un conflicto que ha generado gran preocupación en el ámbito de la salud y la justicia laboral, se convirtió rápidamente en un reflejo de la inflexibilidad de la empresa.
La representación del Casmu acudió a la reunión con su abogada y el gerente administrativo Aparicio Camy , pero sin la presencia de las autoridades que podrían haber aportado una visión más integral y una disposición al diálogo. La ausencia de liderazgo en este momento crítico solo sirvió para subrayar la falta de voluntad de la empresa para abordar la situación con seriedad. A pesar de los esfuerzos del SMU, representado por su presidente, el Dr. Minarrieta, y su equipo legal, la respuesta de Casmu fue clara: no hay intención de negociar.
Este panorama plantea una pregunta inquietante: ¿hasta cuándo CASMU mantendrá esta postura de silencio y desinterés ante la gravedad de los hechos? La negativa a dialogar no solo afecta a la médica damnificada, sino que también envía un mensaje preocupante a todos los profesionales de la salud que laboran en la institución. La falta de respuesta ante la situación de la médica no es un caso aislado. La comunidad médica y el pueblo uruguayo han sido testigos del silencio de la empresa frente a otros episodios trágicos y preocupantes, como el suicidio de Milagros Chamorro, un hecho que evidenció la urgencia de abordar problemas de salud mental en el entorno laboral.
Además, las recurrentes reestructuraciones de empresas y los contratos con las firmas de los gerentes que han renunciado generan más dudas que respuestas. La falta de claridad en estos temas ha dejado a muchos en la incertidumbre y ha sembrado la desconfianza en la gestión de la institución. Con cada silencio, la lista de preocupaciones crece, y el pueblo uruguayo se queda esperando respuestas que nunca llegan.
Mientras tanto, fuera del ministerio, se concentraron compañeros y compañeras en un acto de solidaridad con la médica despedida. Esta muestra de apoyo resalta la importancia de la unidad en la lucha por los derechos laborales, pero también pone de manifiesto la urgencia de una respuesta por parte de CASMU. El silencio de la empresa es ensordecedor y puede interpretarse como una aceptación tácita de la injusticia.
La próxima asamblea del Núcleo de Base de Casmu-SMU, programada para las 19:30 h del mismo día, se convierte en un espacio crucial para evaluar nuevas medidas. La comunidad médica no puede permitirse quedar en la inercia; es momento de actuar y exigir respuestas claras y contundentes.
El refrán “el que calla otorga” cobra relevancia en este contexto. El silencio de CASMU no solo es una falta de respuesta, es una falta de respeto hacia quienes dedican su vida al cuidado de los demás. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta situación. La lucha por los derechos laborales es una lucha por la dignidad y la justicia. Todos merecemos ser escuchados.
Es hora de que CASMU rompa el silencio y se pronuncie ante la comunidad médica y la sociedad. La inflexibilidad no es una opción; el diálogo es el único camino hacia la resolución de este conflicto que ha dejado profundas huellas. La pregunta persiste: ¿hasta cuándo CASMU ignorará la voz de aquellos que trabajan incansablemente en su nombre? La espera de una respuesta no puede ser eterna.
Y porque despidieron a la medica? Hay motivos y motivos