/

La institución continúa navegando en el mar del Titanic y potencia la precariedad laboral, financiera y asistencial, pagando a sus proveedores con cheques a seis meses.

CASMU y La Republiqueta de Raúl.

Raúl Rodriguez principalmente es el centro del problema,peleado con todos los actores y con un discurso aburrido y repetitivo que ensaya delante de cada micrófono que le ponen al igual que lorita trula trula enuncia sus virtudes.Pero de los negrocios si negrocios y la gente de CASMU sabe por qué lo decimos,continúa haciendo semblanza de su gestión que se convirtió en una indigestión para ya dos gobiernos.

La institución dirigida por una persona que no sabe medir los límites de lo lógico y lo paranoico lo hace de manera vertical y autoritaria hecho que sostienen hasta sus propios colaboradores, continua pulseando al gobierno  en marcar los tiempos y agenda que él necesita.

Recordemos que desde la voz del subsecretario de Salud Pública actual  Dr. Leonel Briozzo antes de asumir se pedía el desplazamiento de autoridades antes de que se fuera la ministra Rando.

Raúl Rodriguez principalmente es el centro del problema, peleado con todos los actores y con un discurso aburrido y repetitivo que ensaya delante de cada micrófono que le ponen al igual que lorita trula trula enuncia sus virtudes.Pero de los negrocios si negrocios y la gente de CASMU sabe por qué lo decimos continúa haciendo semblanza de su gestión que se convirtió en una indigestión para ya dos gobiernos. 

Es de señalar que CASMU sigue manteniendo numerosos cargos Gerenciales y de Dirección con sueldos exorbitantes, que están muy por encima de lo que el mercado laboral podría justificar, lo que sugiere la existencia de una política clientelista que favorece a ciertos médicos empresarios.

Recopilemos este sueño que se fue convirtiendo en pesadilla.

En el año 2009, en medio de una crisis financiera significativa y bajo la influencia del Poder Ejecutivo, se constituye la CASMU IAMPP, separándose del Sindicato Médico del Uruguay. Esta decisión, que marcó un hito en la historia del sistema de salud uruguayo, contó con la intervención directa del Estado, a través de una decisión política del gobierno de Tabaré Vázquez. Desde su creación, esta entidad ha acumulado una deuda monumental que comenzó en la asombrosa cifra de U$S 100.000.000. 

Según su presidente actual, Raúl Rodríguez, se han realizado esfuerzos sistemáticos para reducir esta deuda, logrando una disminución del 44% hecho discutido y no confiable tanto en actores médicos,financieros y políticos consultados.

Sobre lo que Rodriguez no ha hablado, es de los gerentes empresarios y sus propias  empresas que tienen contratos con CASMU en donde la BARRA de LA REPUBLIQUETA DE RAUL aparece cobrando contado CIFRAS MONSTRUOSAS EN PLENA CRISIS.

Sin embargo la reducción ha estado sustentada en un contexto de apoyo estatal y precariedad laboral entre otras cosas.

El llamado «modelo empresarial» de CASMU ha recurrido al Estado en busca de salvaguardas financieras. En este marco, el Estado uruguayo comprometió una garantía que implica asumir las deudas que la mutualista no pudiera cubrir, trasladando parte de los fondos de los trabajadores a las mutualistas mediante un impuesto obligatorio, que incluye un descuento salarial destinado a financiar el FONASA. 

Este mecanismo ha convertido a ASSE en un cliente de las empresas, fenómeno que se ha visto intensificado por el vaciamiento presupuestario del sector público. Esta situación ha resultado en una estructura que favorece a las corporaciones de médicos-empresarios y a sus acreedores, que incluyen bancos y diversos fondos, como las AFAP.

A su vez, los sistemas de tickets para medicamentos y consultas con especialistas han creado un entorno aún más restrictivo, basado en la sobrecarga económica que enfrentan los usuarios. A pesar de la dependencia de CASMU hacia las multinacionales farmacéuticas, los laboratorios estatales están subutilizados y carecen de los recursos necesarios para producir medicamentos de manera efectiva.

El gobierno anterior ha establecido condiciones que permiten a las empresas privadas intentar monopolizar la atención médica, lo que ha llevado al debilitamiento del presupuesto destinado a la salud pública. 

Todo el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) se ha desarrollado sobre la explotación de los trabajadores de la salud, con una pérdida salarial constante y la creciente tendencia a la tercerización. CASMU ha sido señalado como un actor que utiliza y abusa de esta situación, y, a pesar de su imponente estructura, ha llegado a un punto crítico, nuevamente al borde del colapso.

La crisis actual de CASMU ha puesto de manifiesto las falencias de este modelo de gestión. El Ministerio de Salud Pública (MSP)del gobierno anterior ha exigido a las autoridades de la mutualista que presenten un plan de reestructuración y mejoras en su presupuesto, pero los resultados de estas exigencias no son evidentes. 

La organización sigue manteniendo numerosos cargos con sueldos exorbitantes, que están muy por encima de lo que el mercado laboral podría justificar, lo que sugiere la existencia de una política clientelista que favorece a ciertos médicos empresarios.

El MSP envió una intimación durante el gobierno anterior, otorgando un plazo de diez días para que se presentara un balance que demostrara un proceso de saneamiento financiero. En una reunión celebrada el 4 de julio del 2024, las autoridades de CASMU solicitaron un fideicomiso de U$S 57 millones. Sin embargo, la ordenanza del MSP advirtió que esta cesión de fondos no debería convertirse en una estrategia de rescate perpetua.

La agrupación gremial médica El Casmu Que Queremos ha lanzado críticas a la dirección de la mutualista, luego de que el Ministerio de Salud Pública (MSP) del gobierno anterior presentó en el Parlamento un resumen del informe de la intervención que comenzó a fines de julio de 2024.

Declararon  en comunicado a la prensa.“Lo que venimos denunciando hace más de dos años se cumplió y así están los sucesos: la conducción de los doctores Rodríguez, Areosa  ha sido ruinosa, y ellos son enteramente responsables de la situación lamentable en la que nos encontramos”, denunció la agrupación.

La destitución de los miembros del Consejo Directivo de Médicos Unidos es lo que se busca para poner fin y comenzar otra nueva etapa para CASMU

“Es por nuestro compromiso con la institución, su comunidad y sus usuarios, que estamos convencidos de que la misma no puede continuar con la conducción actual”, concluyen indicando.

El directorio de CASMU ha estado implementando recortes salariales y de puestos de trabajo, justificando estas decisiones con la afirmación de que son acordadas con AFCASMU y la Federación Uruguaya de la Salud (FUS). 

Sin embargo, el presidente del sindicato de CASMU, Irigoytía, ha desmentido esta afirmación, indicando que la organización está reestructurando su plantilla debido a la reducción de usuarios, adaptándose a una lógica empresarial y no estatal.

La «intervención» del gobierno se ha llevado a cabo sin la remoción de las autoridades existentes, y el nuevo equipo de intervención ha tomado el control. 

 

Este fenómeno es complejo y responde en parte a la pugna entre los acreedores de la mutualista y las empresas que buscan expandir sus servicios, reflejando la tendencia hacia el monopolio que caracteriza esta fase de acumulación capitalista en el sector de la salud.

La pandemia ha evidenciado que el ámbito de la salud no es una excepción en este contexto; las empresas privadas han priorizado mantener sus márgenes de ganancia a expensas del empleo, despidiendo a miles de trabajadores justo cuando más se necesitaban, generando condiciones de atención y de trabajo inadecuadas.

La respuesta de los trabajadores, en colaboración con la burocracia sindical, especialmente a través de la figura de Jorge Bermúdez, se ha limitado a criticar la mala administración de los fondos sin ofrecer argumentos sólidos que justifiquen la imposibilidad de prevenir una nueva crisis como la de Casa de Galicia. 

Por su parte, el sindicato de trabajadores de CASMU, AFCASMU, ha denunciado de manera sistemática el vaciamiento progresivo de la mutualista, y su presidente, Ariel Irigoytía, ha manifestado que no descartan tomar medidas para preservar la continuidad de la mutualista y mejorar las condiciones laborales y de atención a los usuarios.

El núcleo del problema radica en la necesidad de decidir entre mantener el lucro privado o considerar la estatización, un debate fundamental en el contexto actual de crisis. 

La situación es tan crítica que Jorge “Fogata” Bermúdez ha tenido que admitir en  televisión que el sector enfrenta un momento “complejo”, descartando la posibilidad de un nuevo remate al estilo de Casa de Galicia.

Es crucial entender que la desfinanciación de CASMU y otras entidades médicas es solo una manifestación superficial de problemas más profundos que han generado crisis sucesivas. 

La clase política  debe prestar atención a estas dinámicas y abordar la problemática de manera integral. En el corto plazo, es fundamental que tanto usuarios como trabajadores exijan un sistema de salud justo, que priorice la defensa de la vida y la salud por encima de cualquier interés comercial.

Es de exclamar. Cristina,cuando se pondrá la casa en orden !!!!!!!

Comparte esta nota:

5 Comentarios

  1. Volvemos a la situacion politica….que guarda una muy cercana relacion…con estos hechos…..la desapariciom del Frente Amplio como tal…de la estructura de la clase politica….y la emergencia a comienzo del 2000….de este aquelarre «progresista»(?)….que barrio con todos los postulados….y programa del Frente Amplio….por supuesto de la mano….del «Cor. dr. tabare vazquez……que privilegio a sus circulos…..laqmentable…por los usuarios en general de la Salud Publica….los usuarios de las mutualistas….y los trabajadores de la Salud…..sumergidos y explotados…en estos manejos mafiosos…

    • El FONASA es hermano del SNIS importado y éste ya nació condenado al mismo fracaso que ha significado en el país de origen. Fué importado por la borracha candombera con la anuencia del difunto empresario de la salud para beneficio de la mafia blanca, de la cual, obviamente, formaban parte. Y el pueblo continúa financiando al CASMU con su deuda, a estas alturas impagable. La única y mejor solución para esta situación es LA CLAUSURA Y CIERRE DEFINITIVO del CASMU antes de que se convierta en un cataclismo económico que arrastre a todo el sistema.

  2. Insistimos en que el FONASA es un buen sistema pero hay que controlarlo Si el CASMU da pérdidas y no hay buena atención para los usuarios sin duda algo anda mal y el gobierno debe actuar de acuerdo a lo previsto

  3. Países donde ruge el capitalismo como sistema politico-economico imperante. Tiene como base asistencial un sistema público de salud estatal .en el año 2006 todas las mutualistas estaban fundidas a excepción del hospital británico .es hora de que se regule el sistema deje de ser integrado y pase a ser público estatal y gratuito……..que los «empresarios cagadores»vallan por ahí y pongan alguna venta de pollo frito …

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Nacionales