Chow Mein: uno de los platos más populares de la cocina China

Plato emblemático de la gastronomía cantonesa, su nombre se traduce a “fideos fritos”.

El chow mein, cuyo nombre significa «fideos fritos» en chino, es uno de los platos más populares de la gastronomía china. Aunque sus orígenes exactos son difíciles de rastrear, se cree que el chow mein se originó en el norte de China, donde los fideos han sido un alimento básico durante miles de años.El chow mein se hizo especialmente popular durante la dinastía Qing, cuando los métodos de fritura rápida y salteado se volvieron comunes. Estos métodos de cocción no solo preservan los sabores y nutrientes de los ingredientes, sino que también permiten preparar las comidas rápidamente, lo que era esencial en la vida agitada de las ciudades chinas en crecimiento.

Los primeros restaurantes chinos en Estados Unidos se establecieron en ciudades con grandes comunidades de inmigrantes chinos, como San Francisco y Nueva York. Estos restaurantes ofrecían una muestra de la cocina china y el chow mein pronto se convirtió en uno de los platos más solicitados. La combinación de fideos crujientes, verduras frescas y proteínas variadas resultó ser un éxito entre los comensales occidentales.Con el tiempo el chow mein se adaptó a los gustos locales. En Estados Unidos, por ejemplo, se popularizó una versión de chow mein con fideos más gruesos y menos crujientes, mientras que en Canadá, la versión «chop suey chow mein» ganó popularidad, combinando elementos del chop suey y el chow mein.
La facilidad de preparación y la versatilidad del chow mein también contribuyeron a su popularidad. Puede ser preparado con una variedad de ingredientes, desde pollo y cerdo hasta camarones y tofu, lo que lo convierte en un plato adaptable a diferentes preferencias gastronómicas. Para prepararlo necesitamos, fideos de huevo chinos, pechuga de pollo cortada en tiras finas (podemos usar cerdo, ternera o camarones), cebolla, ajo, morrón rojo, morrón verde, zanahoria, repollo, salsa de soja, aceite de sésamo (o aceite vegetal), salsa de ostras, azúcar, sal y pimienta. Primero, cocinamos los fideos. Luego los escurrimos y reservamos. En una sartén grande o wok, calentamos el aceite a fuego medio-alto. Añadimos el ajo picado y salteamos durante unos segundos hasta que esté fragante.
Añadimos tiras de pollo (o la proteína de nuestra preferencia) y las cocinamos hasta que estén doradas y cocidas por completo. Retiramos la proteína de la sartén y reservamos. En la misma sartén, añadimos un poco más de aceite si es necesario, agregamos la cebolla y cocinamos hasta que esté translúcida. Después añadimos los morrones, la zanahoria y el repollo. Salteamos las verduras durante unos 5 minutos, hasta que estén tiernas pero crujientes.
Volvemos a añadir el pollo a la sartén junto con los fideos cocidos. Mezclamos bien todos los ingredientes. Agregamos la salsa de soja, la salsa de ostras y el azúcar. Removemos bien para que todos los ingredientes queden bien cubiertos con la salsa. Cocinamos durante unos minutos más hasta que la salsa se haya absorbido y los fideos estén ligeramente crujientes. Sacamos del fuego y servimos en caliente. Terminamos coronando con un poco de ciboulette picado o semillas de sésamo para darle un toque extra de sabor. El chow mein es un plato que se presta para innumerables variaciones, lo que ha permitido su adaptación a diferentes culturas y gustos. En la versión vegetariana, se omite la carne y se añade una mayor variedad de verduras, como brócoli y champiñones. Además, el tofu puede ser una excelente adición para quienes buscan una fuente de proteínas alternativa. Otra versión popular es el chow mein de mariscos, especialmente en las regiones costeras. En esta versión, los camarones, calamares y vieiras son los protagonistas, aportando un sabor único y delicioso al plato.
En Asia, el chow mein también ha sido adaptado de diversas maneras. En Japón, se puede encontrar una versión con salsa teriyaki, que añade un sabor dulce y salado característico. En Tailandia, el chow mein puede llevar curry y leche de coco, creando una mezcla de sabores única y deliciosa. El chow mein es mucho más que un simple plato de fideos. Es una representación de la rica historia culinaria de China y su capacidad para adaptarse y evolucionar en diferentes entornos. Todo aquello que lleve fideos fritos se lo conoce como chow mein, es en parte por ello que se hace difícil dar con una receta específica de este plato, pero en todas sus versiones se respetan las técnicas originales.

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