Se cumple medio siglo de uno de los hechos que sacudió a la sociedad y la política de Estados Unidos. El caso «Watergate» que desencadenó la caída de Nixon cumple 50 años.
El 17 de mayo de 1972, el popular periódico The Whasington Post publicaba sobre la detención de cinco personas, acusadas de ingresar al edificio Watergate. Allí funcionaba el comando del Partido Demócrata, en tanto el cometido de los detenidos era el espionaje de los rivales de Richard Nixon.
Solo un año después de esta curiosa detención, el Senado de los Estados Unidos, daba a lugar a una investigación que sacudió los cimientos de la política de ese país, que tendría como punto culmine, la salida de Richard Nixon.
Todo comenzó con un pequeño trozo de cinta adhesiva que estaba colocado en la puerta de una de las oficinas, para que esta no se cerrase quedando trancada. Un guardia nocturno que efectuaba su recorrida regular, lo advirtió pero lo quitó de la puerta sin más. Posteriormente a la vuelta de la ronda vuelve a ver otro trozó de cinta, alertando que en las oficinas merodeaba gente.
Luego de llamar a la policía, se daba lugar a uno de los hechos más resonantes de todos los tiempos, el caso «Watergate». Cinco hombres irrumpieron por la noche y colocaron micrófonos al tiempo que otros tomaban fotografías. Se buscaban elementos que pudieran incriminar a los rivales de Nixon.
El caso salpicó al presidente y a varios funcionarios de la casa blanca, los juicios fueron televisados, en donde hordas y hordas de papeles desfilaban por la corte norteamericana. Las familias se reunían en torno al televisor y la radio, como si se tratase de un evento deportivo o cultural, que captaba toda la atención.
Luego de dos años y cada vez más arrinconado, el presidente Nixon para evitar ser destituido, presenta su renuncia como presidente de los Estados Unidos, un hecho sin precedentes para la nación y que marcó un hito en la democracia de Occidente.
Un lugar en la historia para bien y para mal
El 18 de junio de 1972, The Washington Post publicó su primer artículo sobre el tema, firmado por Alfred E. Lewis, el periodista que cubría los casos policiales. Al pie de la nota, también figuraban los nombres de Bob Woodward y Carl Bernstein. Los dos jóvenes reporteros tomaron a su cargo el caso bajo la supervisión directa de Barry Sussman, el redactor jefe del Washington. Investigaron hasta los más mínimos detalles y acabaron ganando un prestigioso premio Pulitzer para su periódico.
Al momento de llegar los efectivos policiales, los implicados en el caso espionaje, continuaban en las oficinas del opulento edificio que dio nombre al caso. Se trató de James McCord, Virgilio González, Frank Sturgis, Eugenio Martínez y Bernard Barker. Todos salieron con las manos en alto, al grito del oficial de policías «salgan de ahí o les vuelo la cabeza».