/

COFE celebró sus 58 años con jornada internacional

La Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) festejó sus primeros 58 años de vida. Para celebrarlo realizó una jornada internacional en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo donde se habló del rol importante que cumple el Estado en América Latina.

Jornada Internacional por los 58 años de COFE en el Palacio Legislativo / Foto: Pit-Cnt

En la mañana del miércoles 24 de agosto se llevó adelante una jornada internacional de integración donde se conversó acerca de la importancia del Estado en América Latina, para celebrar los 58 años de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE).

La misma se desarrolló en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. Contó con la disertación del presidente de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE), el argentino Julio Fuentes, el director del INESUR, economista Antonio Elías,el secretario general de la CTA de Argentina, Hugo Godoy, el representante de CSPB de Brasil, Sergio Arnoud, el delegado de la ANEF de Chile, José Pérez Debelli y la directora de Proyectos FESUR, Viviana Barreto.

Además, estuvieron presentes por el Pit-Cnt, su presidente Marcelo Abdala, su vicepresidente, José Lorenzo López, que además es secretario General de COFE, y su secretaria General, Elbia Pereira, además del presidente de COFE, Martín Pereira, además del ex presidente, José Mujica.

Por parte del Gobierno, estuvo la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, legisladores de todos los partidos políticos, así como también la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse

Según consigna el Portal del Pit-Cnt, Pereira felicitó a COFE por estos 58 años de vida y por dicha iniciativa de pensar en el rol que cumple el Estado en nuestro continente. Dijo que todos los que conforman el Pit-Cnt “nos une la clase social de pertenencia» y aseguró que ahí está la “fortaleza” que tiene el movimiento sindical en Uruguay.

Aseguró que en la actualidad se está “asistiendo a la puesta en marcha de un modelo restaurador» donde se recortan libertades, ingresos salariales, derechos laborales y todo lo que caracteriza al Estado social “como escudo de los débiles”. Según comentó, “bajo el eslogan que hay que achicar el Estado se esconden los mismos pensamientos conservadores que combatieron el Estado de bienestar social». 

En otro punto, opinó que «las crisis siempre las sufren y las pagan los más débiles» y por eso es importante discutir el rol de los Estados. «Bienvenido el debate para construir cada día más justicia social, más derechos y más libertades».

En tanto Caetano, pidió «evitar la yuxtaposición de monólogos» porque eso nunca es un diálogo, remarcó. «Diálogo no es la contraposición de relatos en donde parece que hay dos realidades; diálogo es tener al otro desde su mejor versión y discutir de ideas, diálogo es ponernos de acuerdo en cómo medir la realidad y hablar de la misma realidad; diálogo nunca es agraviar».

En este sentido, Caetano remarcó que ha pasado mucha cosa en el mundo y por eso “hay cosas que ya no nos podemos permitir ni si quiera pensar». Al respecto, comentó que el Estado y el mercado no son una construcción reciente.

«No nos podemos permitir -a veces con relatos moderados y edulcorados- que el Estado es siempre el problema y nunca la solución. Después de todo lo que ha pasado (especialmente con la pandemia) no podemos permitirnos pensar nunca más eso. Hay que hablar del mundo real y mirar al mundo. En el mundo, la reflexión sobre el Estado es crucial.

No es la reivindicación de un Estado planificador de la Economía que agote la libre empresa y sustituya el mercado. No. Es justamente la reivindicación en una dimensión de democracia plena, de lo que tiene que hacer el Estado y lo que debe hacer el mercado. Sabemos que el mercado hay cosas que no hace y nunca va a hacer. El mercado no va a construir igualdad social. El Estado construye igualdad social. Eso para algunos es un problema. 

Por eso en la historia uruguaya tenemos una estupenda definición de lo que debe ser el Estado: debe ser el escudo de los débiles para construir un país modelo, en el que los pobres sean menos pobres y los ricos menos ricos. Porque no basta con abatir pobreza. Sobre todo, en el continente más desigual del planeta. Porque finalmente sabemos que el problema de la pobreza es el problema de la injusticia. La pobreza no se resuelve sino construimos sistemas de redistribución social. Y eso no lo hace el mercado. Ni siquiera aceptando el factor derrame. No lo hace el mercado», insistió.

También dijo, como contrapartida que el Estado hay cosas que no debe hacer como por ejemplo la elaboración de whisky por parte de ANCAP. Pidió que se refuercen los debates de ideas, evitar los relatos mentirosos y tender puentes.

En uno de los puntos más vehementes de su intervención, Caetano defendió la ciencia y el trabajo de los investigadores. «No puede ser que después de lo que vivimos en la pandemia y de lo que aportó la comunidad científica uruguaya, la reivindicación de inversión pública en ciencia y tecnología haya tenido la respuesta que tuvo en los años siguientes».

Por último, manifestó que «tenemos que volver al debate de ideas. Tenemos que fortalecer el Estado social sin que ello implique estatismo. ¿Cómo podemos pensar en una sociedad con menos desigualdad sin atender el Sistema Nacional Integrado de Cuidados? ¿Cómo podemos discutir igualdad social sin Cuidados? No podemos. La realidad nos muestra que no es posible», subrayó, al tiempo que también sostuvo que no podemos permitirnos dañar el medio ambiente y eso también es pensar el clave de Estado. Y en cuanto a la reforma del Estado, dijo que «no se puede reformar algo que se odia. Quienes quieran profundizar la reforma del Estado tendrán que reivindicar que en este país, desde ayer y para siempre, el Estado deberá ser siempre el escudo de los débiles».

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Sindicales

Untmra en conflicto

La empresa multinacional Fanacif cerró sus puertas de “manera unilateral” y hay 150 trabajadores despedidos.