Comentarios de la portavoz oficial de la Cancillería rusa, María Zajàrova, sobre la situación en Ucrania

Situación actual en Ucrania

El 24 de mayo del año en curso, se cumplieron tres meses desde el inicio de la operación militar especial en Ucrania. Por este período se liberó casi todo el territorio de la República Popular de Lugansk, una gran parte de la República Popular de Donetsk, toda la provincia de Jersón y grandes partes de las provincias de Járkov y Zaporiya.

En los territorios liberados de los neonazis se restablece la vida pacífica y la industria, la infraestructura, se lanzan las empresas, se abren las escuelas, guarderías infantiles, clínicas ambulatorias y hospitales.

El pasado 24 de mayo, los zapadores rusos desminaron el puerto de Mariúpol, los expertos de la Flota del mar Negro retiraron de un canal de navegación una embarcación de patrulla fronteriza ucraniana hundida por los miembros del batallón Azov. Como resultado, 5 buques extranjeros pudieron salir.

Rendición del batallón neonazi Azov

El 20 de mayo, en Mariúpol finalizó la rendición de los extremistas que se escondieron en la planta Azovstal que se inició el 16 de mayo. Pasado un mes de la estancia en los sótanos de la planta, 2.439 nacionalistas ucranianos depusieron las armas y se entregaron como prisioneros. Todos se encuentran en el territorio de la República Popular de Donetsk.

Los gravemente heridos fueron ingresados en un hospital de Novoazovsk para recibir tratamiento. Los demás están en el centro de detención preventiva de Yelénovka en los suburbios de Donetsk. Sus crímenes no quedarán sin castigo. Las autoridades de la República Popular de Donetsk planean organizar en su territorio un tribunal internacional para juzgar a los nacionalistas de Azovstal.

Crímenes de guerra del régimen de Kiev

Nos hacemos testigos diariamente de nuevos ejemplos de la actividad criminal del régimen de Kiev. Hace varios días, se puso en evidencia que los servicios secretos de Ucrania llevaron a cabo una nueva provocación cerca del poblado de Mazanovka (la República Popular de Donetsk): detonaron una mina terrestre con nitrato de amonio. Se planea investigar las circunstancias de este crimen. Las Fuerzas Armadas de Ucrania bombardean diariamente los poblados de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk en que mueren y resultan heridos los civiles. La población civil la siguen usándo como “escudo vivo” y los militares tomados como prisioneros se someten a torturas crueles. Esto parece especialmente salvaje, en vista de que los médicos rusos prestan la asistencia médica a los militares del Ejército ucraniano y mercenarios de las unidades nacionalistas que se rindieron.

Las acciones políticas del régimen de Kiev ponen de relieve su carácter criminal neonazi. Hace varios días, la Rada Suprema votó por la retirada del país del Acuerdo para perpetuar la memoria de la valentía y el heroísmo de las naciones miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en la Gran Guerra Patria de 1941-1945. El pasado 23 de mayo, el Presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, promulgó una ley que permite confiscar los activos de los ciudadanos ucranianos que respaldan la operación militar rusa. Se entregó al parlamento de Ucrania un proyecto de ley sobre las enmiendas a la ley “Sobre la Depuración del Gobierno” que prevé restringir los derechos de todos los diputados de la 6 y 7 convocatoria que votaron a favor de los Acuerdos de Járkov de 2010 que permitían a la Flota rusa del mar Negro permanecer en el territorio de Ucrania hasta 2042, y a favor de las “leyes dictatoriales” del 16 de enero de 2014.

Las declaraciones del asesor del jefe de la Oficina del presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, quien participó en las negociaciones sobre el arreglo de la situación en Ucrania ponen los puntos sobre las íes. Amenaza directamente con castigar a la población de los territorios liberados de las provincias de Jersón, Zaporiya y Járkov, en caso de que las autoridades de Kiev regresen allí. Promete castigar con la máxima crueldad a los “colaboradores” y militares rusos, exige que en la provincia de Járkov, las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk olviden la palabra “rusos” para siempre. Entendemos cuyos órdenes cumplen Mijaíl Podoliak y sus cómplices. El expresidente de EEUU dijo: “La misión de Ucrania es matar al mayor número posible de los rusos”.

Ayuda humanitaria y evacuación de civiles

Rusia sigue prestando una gran atención a los suministros de la ayuda humanitaria a las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk y las regiones liberadas de Ucrania que ya han recibido casi 22 toneladas de cargas humanitarias. El Ministerio de Defensa de Rusia anuncia diariamente la apertura de los corredores para evacuar de forma segura a los civiles en la dirección oriental y occidental.

A pesar del bloqueo por Kiev de la evacuación a Rusia, casi 1,4 millones de personas, inclusive unos 240 mil niños pudieron llegar a nuestro país. Unos 2,7 millones de personas más manifestaron su deseo de evacuarse a Rusia, las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk o los territorios ucranianos liberados.

El papel de EEUU y la OTAN

EEUU y sus aliados de la OTAN aplican todos los esfuerzos para prorrogar al máximo la operación militar especial y hacer más sangrienta la confrontación. Más de 30 Estados, especialmente los países de la OTAN, prestan la asistencia militar a Ucrania por un monto de decenas de miles de millones de dólares, temiendo que las Fuerzas Armadas de Ucrania sufran una plena derrota.

La variedad de armas suministradas continúa ampliándose y éstas ya incluyen sistemas de artillería de gran calibre y sistemas reactivos de lanzamisiles múltiples (así es la democracia y sus caprichos). Los representantes de Occidente reconocen que no tienen la posibilidad de identificar a los usuarios finales del armamento y garantizar su uso solo por las Fuerzas Armadas de Ucrania. Crece el riesgo de que estas armas lleguen al “mercado negro”, a los grupos criminales de todo el mundo. 

La incentivación por los “patrocinadores” occidentales del nacionalismo ucraniano radicaliza a los que combaten en Ucrania, entre los que crece el número de mercenarios extranjeros. Tarde o temprano, los mercenarios regresarán a sus países (si el destino les favorece) donde aprovecharán la experiencia militar obtenida en el campo de batalla. Así era siempre. La historia nos enseña. Simplemente, hay que saberla.

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