La Selección Uruguaya se quedó con el 3° puesto de la Copa América al imponerse a Canadá en definición por penales, a la cual accedió gracias a un agónico gol de Luis Suárez para marcar el empate 2-2.
El equipo de Bielsa, que puso a todo el equipo titular para este encuentro, se puso 1-0 en un córner donde apareció la cabeza de Sebastián Cáceres para bajar la pelota a Rodrigo Bentancur, que remató de media vuelta.
También de un córner vino el empate de Koné ante la salida a medias de Rochet.
El mismo Koné con un cabezazo casi pone el segundo a los 43′.
Para el complemento Bielsa colocó a Luis Suárez y Giorgian De Arrascaeta por Darwin Núñez y Manuel Ugarte.
A los 68′ Nández habilitó a Suárez que combinó con De Arrascaeta, este se la dejó al Pistolero, pero Cornelius llegó a cortar justo a tiempo.
Tras esa chance apareció el segundo gol, pero en contra. Rochet tapó un zapatazo de media distancia de Ismael Koné pero en el rebote aprovechó Jonathan David para el 2-1.
El partido fue muy entre cortado, con los canadienses apelando a la falta permanentemente, lo que hacía que a Uruguay se le dificultara muchísimo progresar con jugadas elaboradas.
Pese a todo, y pese a que ellos ganaban 2-1, dejaron espacios en el minuto 90 y luego en el 93 para que Suárez tuviera dos oportunidades. La primera fue tras un pase largo de Olivera que Suárez bajó y definió pero el arquero le tapó el grito de gol.
Pero a los 93’, un pase cruzado para Giménez que apareció de extremo, la puso al medio y Suárez acomodó el pie zurdo para definir poniéndola lejos del alcance del arquero para el 2-2. No sólo era un agónico empate que servía para forzar los penales sino que fundamentalmente era el reencuentro de Luis Suárez con el gol con la Celeste.
En tanda de penales, los celestes no fallaron. Valverde, Bentancur, De Arrascaeta y Suárez convirtieron. Rochet tapó uno y el de Davies dio en el travesaño cuando pretendió picarla. Con ese penal errado se cerró la serie y festejó Uruguay.
No fue campeón, ni siquiera finalista, pero este tercer puesto sirve como un calmante para irse de esta Copa América con menos dolor y con algo de entusiasmo pensando en el futuro.
Era un hecho que iba a poner a Suárez, no desde el principio pero sí dándole más tiempo que en los partidos anteriores. Y salió bien.
Canadá salió con varios suplentes y los fue reemplazando con los titualres, que entraron un poco msá frescos y le ocmplicaron al vida a Uruguay. A fuer de sinceros, en los 90′ mereció ganar Canadá. Uruguay no merecia empatar, pero Suárez sí y es una alegría que haya conseguido el gol del empate. Más aún si se considera que este puede haber sido su último partido con la celeste. Y darnos cuenta que no tenemos una defensa tan buena como creíamos. Sin Araújo, Ni Giménez ni Cáceres trasmitieron seguridad, los amrcadores de punta fueron superdaos en velocidad y en resistencia física y Rochet, demostró que es un típico arquero uruguayo, muy bueno atajando, y achicando el arco, pero irresoluto en las salidas (por ejemplo el primer gol de Canadá; no estaba ni enel arco ni en el área).