La oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha elevado a 2.829 el balance provisional de civiles muertos en Ucrania como consecuencia de la ofensiva militar de Rusia.
Entre ellos 205 niños, si bien asume que la cifra real sería «considerablemente mayor». La ONU ha podido constatar, además, 3.180 heridos, incluidos 303 menores de edad.
Es según un recuento que sitúa a la mayor parte de las víctimas en territorios controlados por las fuerzas leales al Gobierno de Ucrania. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos echa en falta más información de algunas zonas donde sigue habiendo «intensos» combates.
Además incluye en este grupo el área de Mariúpol, situada en el sureste de Ucrania y escenario de un intenso asedio por parte de las fuerzas rusas.
Las autoridades locales estiman que sólo en Mariúpol hay miles de muertos más y también temen que haya cientos de fallecidos.
Estos últimos sin registrar en zonas bajo control militar ruso, tal como quedó de manifiesto en áreas cercanas a Kiev que durante semanas fueron inaccesibles.
El pasado 24 de febrero, se llevó adelante por parte del presidente ruso Vladimir Putin una «operación militar especial» sobre Ucrania. Ante el pueblo ruso, el mandatario sostuvo que se ejecutó para brindar apoyo a la región separatista del Donbás y la «desnazificación» de Ucrania, al igual que su desarme sostuvo el mandatario de Rusia.