Conversemos sobre el futuro

Las conversaciones sobre el futuro son importantes para las sociedades, nos permiten soñar donde estar en un tiempo, dibujar caminos posibles, enfrentar los desafíos que tenemos. Son relevantes para construir un nosotros que incluya a todas y todos, nos acerca a las y los otros.

Las sociedades que conversan poco sobre el futuro en general son sociedades con mayores niveles de incertidumbre donde los problemas asedian y son fáciles los atajos hacia los odios y miedos.

Nuestro país tiene iniciativas en este sentido, la Comisión del futuro en el Parlamento, los diálogos que ha promovido algún medio de prensa, entre otros. También son conocidos algunos estudios que plantean desafíos de cara al futuro que nuestra sociedad debe de tener en cuenta a la hora de la conversación.

Pero esas iniciativas, no tengo claro las razones, no pasan al centro de la agenda pública. Deberían ocuparnos más tiempo y más pienso porque algunos de esos temas son claves para la viabilidad del país como tal o la justeza con la cual organizaremos nuestros acuerdos de convivencia. Es clave que sean parte de la conversación ciudadana y que ello se exprese en acciones de política pública que aborden estos problemas y desafíos.

Hoy los invitamos a ver algunos de esos temas, sin ser exhaustivos proponemos tres que tienen mucho que ver con el futuro.

La pobreza infantil

Hace no muchos años Uruguay llegó a tener arriba del 40 por ciento de los niños bajo la línea de pobreza, en los últimos 15 años se llegó a bajar a un 18 por ciento de nuestras infancias. Es notable la bajada, pero dolorosa esa cantidad de gurises en esa situación. Los últimos dos años han empeorado la situación. Aumentó a 22% aproximadamente de nuestros gurises.

El sometimiento a situaciones de pobreza desde la infancia, además de colocarnos en un lugar donde no se cumple con garantizar los derechos, tiene suficientes evidencias de cómo afecta el desarrollo, la salud, la escolarización y las diferentes dimensiones de la vida.

A esto debemos sumar que Uruguay es un país donde la caída de la natalidad nos pone frente a nuevas oportunidades y desafíos. Nacen poco más de 30000 niños por año, cuando hace unos 20 años nacían unos 50000. Esta situación nos brinda diversas oportunidades en términos de lo educativo y la expansión del tiempo pedagógico, la cantidad de estudiantes por grupo, entre otras cosas. También nos ofrece oportunidades en materia de salud, políticas sociales y política de cuidados. 

También nos obliga a revisar de que forma tratamos a esas infancias, la pobreza es un grave problema y el desafío es que en Uruguay no existan más las infancias pobres.

La gran mayoría de la ciudadanía entiende que esto es un imperativo ético que tenemos como país, sería muy bueno que esto forme parte de un diálogo nacional con el fin de resolverlo. 

Para ello la ciudadanía debe dar un mensaje claro a quienes administran la cosa pública de que es un tema urgente de abordar y resolver.

Los cuidados y la extensión del tiempo pedagógico

Los cuidados son parte de una agenda de justicia que pone en el centro a aquellos que necesitan asistencia ya sea en los primeros años de vida como en los últimos, en la discapacidad, entre otras situaciones permanentes o temporales, están asociados a tareas no remuneradas y particularmente recaen en las mujeres. En el caso de las infancias, en un país con tan pocos nacimientos y con esos niveles de vulneración por la pobreza es un tema que urge resolver.

Las iniciativas de creación del Sistema Nacional Integrado de Cuidados fueron bastante afectadas por una matriz de política pública que no prioriza el tema y los retrocesos en la materia son notorios. 

El sistema educativo tiene mucho que ver con resolver los cuidados de las infancias, ampliar la cantidad de cupos y cobertura en primera infancia así como ampliar el tiempo pedagógico son dos medidas que colaboran en ello.

La administración tampoco ha avanzado en ello a pesar de tener 50 nuevos jardines de infantes y otro tanto en Centros CAIF, además de cambios en la composición de la matrícula. Es clave la ciudadanía aquí también hoy oír su voz para continuar avanzando en la cobertura y la extensión del tiempo pedagógico,

El desarrollo de lo terciario y universitario en el interior del país.

En los últimos lustros se ha desarrollado un proceso de descentralización de la Universidad de la República y de creación carreras terciarias junto a la Utu a lo que se suma la creación de la Universidad Tecnológica. Esto ha cambiado el paisaje del país en materia de propuestas terciarias y universitarias que permiten que los estudiantes cursen parte o toda su carrera más cerca de donde viven. Esto resuelve una sangría de gurises del interior a la capital, con todo lo que implica en términos de las familias y comunidades.

Es además un acto de justicia con los habitantes del interior del país y con el desarrollo de las diferentes regiones. Más cerebros puestos en la producción y la construcción de un país más justo con radicación de docentes y demás acciones que hacen que miles de gurises hoy puedan estudiar.

Esto no ha sido reconocido por la administración, se ha recortado presupuesto y se ha comprometido este proceso tan importante para nuestros gurises y las localidades donde viven

La ciudadanía en este caso debe también manifestar su acuerdo con estas políticas de forma de impulsar al gobierno a no frenar dotándola de los recursos necesarios

En los tres casos la discusión es de recursos asignados con esos fines y tienen que ver con temas que nos son sensibles como país, en los cuales parecen existir amplios acuerdos y que tienen mucho que ver con los futuros posibles de construir. En momentos donde la economía parece recuperarse, aunque aún no “derrama” parece buena cosa ir listando esos desafíos.

Pablo Caggiani

Maestro, directivo de Ineed y exconsejero del CEIP

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