El acuerdo de cese del fuego de cuatro días entre Israel y Hamás comenzó el pasado viernes por la mañana, luego de que una demora de un día extendió la agonía para aquellos esperanzados en obtener un poco de alivio a partir del pacto, el cual establece la liberación de decenas de rehenes cautivos por los militantes y civiles presos de ambos bandos.
En la ciudad de Khan Younis, en el sur de Gaza, las calles se llenaron de gente que se aventuraron a salir de sus refugios hacia un paisaje de edificios reducidos a montones de escombros. Las familias desplazadas con niños pequeños llevaban sus pertenencias en bolsas de plástico, con la esperanza de regresar, al menos temporalmente, a sus hogares que habían abandonado anteriormente durante la guerra, La ONU dice que dos tercios de los residentes de Gaza están sin hogar.
El avance diplomático promete cierto alivio para los más de 2,3 millones de personas que han soportado semanas de bombardeos en Gaza, además para las familias que temen por el destino de sus seres queridos, que fueron secuestrados desde la incursión de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, que desencadenó la guerra.
Los primeros rehenes fueron liberados el mismo dia con la Cruz Roja como intermediario y se confirmó que los primeros camiones con ayuda humanitaria entraron a la Franja de Gaza, a través del paso terrestre de Rafah, que conecta Egipto con el territorio palestino, como parte del acuerdo.
Las Naciones Unidas espera que los cuatros días sean suficientes para evacuar las zonas en riesgo sobre todo los hospitales que presentan grandes deterioros, ya que luego del fin de la tregua portavoces de ambos lados pronostican que la guerra retornará con más fuerza.
