Un trasplante de órganos y tejidos es un procedimiento médico que consiste en sustituir un órgano o tejido enfermo por uno sano de otra persona. Se realiza cuando no hay otra alternativa para recuperar la salud. Se debe destacar que la cirugía es solo una parte de un proceso complejo y prolongado.
Se calcula que en el mundo, en el año 2022, se realizaron 157.494 trasplantes de órganos sólidos: 102.090 de riñón, 37.436 de hígado, 2.026 de páncreas, 6.784 de pulmón y 8.988 de corazón. Pero esto solo cubrió el 10% de las necesidades globales.
Ese mismo año, en Uruguay se calculaba que la tasa de trasplantes de órganos por millón de población era de 56,1. En 2022, según datos del Instituto Nacional de Trasplante de Órganos y Tejidos (INDT), se realizaron 390 trasplantes, un importante aumento frente a 2021, año en que cerró con 289. De los trasplantes realizados en 2022, 142 fueron renales, 211 de córnea, 24 hepáticos, 8 cardíacos, 4 pulmonares y 1 combinado.
Sin embargo, en el país existe una lista de espera de 1.362 pacientes que necesitan trasplantes: 429 renales, 67 cardíacos, 25 pulmonares, 36 hepáticos, 805 de córnea. Por lo que hay un gran problema debido a lo disparejo en los números de pacientes a la espera de trasplante y las personas donantes.
Se estima que cada 8 minutos se añade otra persona a la lista nacional de espera de trasplantes y que 13 personas mueren cada día mientras esperan un trasplante de órganos. Este es un problema que tiene pendiente la salud mundial. Exhortar a las personas para que sean donantes es una tarea a cumplir y además llevar adelante políticas de prevención, y es que el 86% de pacientes en espera necesitan un riñón y eso puede ser un indicio para atacar las enfermedades renales con mayor urgencia.