El hecho tuvo lugar a raíz de los aplausos y silbidos que se sucedieron como reacción de las palabras del senador frenteamplista Alejandro Sánchez en su uso de la palabra.
Sánchez había concluido su discurso asegurando su oposición y la de su fuerza política a la reforma: “nos encontrarán siempre peleando en cualquier lugar, en el Senado, en la Cámara de Diputados y en la calle, tratando de terminar o parar una reforma que lo único que hace es quitarle derechos a la gente” dijo y provocó el júbilo que derivó en el desalojo de las barras.
Mientras tanto en las afueras del Palacio Legislativo centenares de personas se movilizan en oposición a la reforma convocadas por organizaciones sociales, sindicatos y el Frente Amplio.