Desarrollo de la Franja y la Ruta en América Latina que es el segundo destino de inversión de China

El término “la Franja y la Ruta”, ha ganado su posición en el mundo, tras convertirse en una iniciativa global para China durante el 2013, pero, si bien es muy nombrada, es normal preguntarse qué es y qué incluye, por ello, para profundizar en el tema, Diario La R participó de una charla en China con Yuanyi Liu, profesora en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, quien explicó esta iniciativa y habló de su extensión hacia América Latina.

El presidente chino Xi Jinping, anunció en el año 2013 la revitalización de la antigua Ruta de la Seda, mediante un extenso proyecto de infraestructuras, ideado para impulsar el comercio y la conectividad en Asia, Europa y África, por mar y tierra denominado ahora “la Franja y la Ruta” o la “Nueva Ruta de la Seda”. Pero recordemos que el término “Ruta de la Seda”, es mucho más antiguo y fue propuesto por el alemán Lichhofen en 1877, sobre los antiguos intercambios culturales y comerciales entre el Oriente y el Occidente.

Esta iniciativa se destaca por ser abierta tanto a todos los países, como a las organizaciones internacionales y regionales, comprometidos con la iniciativa, en cualquiera sea su campo y se caracteriza por tres principios: 1) Consulta conjunta, que implica el respeto a las diferencias en el nivel de desarrollo, estructura económica, leyes y legislaciones, ambiente comercial, tradiciones y culturas; 2) Construcción conjunta, donde prevalece la participación de todas partes, adaptándose a las estrategias nacionales y regionales de desarrollo; y 3) Compartimiento, con un beneficio mutuo y ganancia compartida.

Contenido principal de la Franja y la Ruta

Xi Jinping, defendió, en varias ocasiones, su proyecto y ha enmarcado, dentro de las cinco conectividades que posee, lo que consideró éxitos del plan en la última década. Dentro de la coordinación de políticas se destaca que, hasta junio de 2023, se firmaron más de 200 convenios de cooperación con 152 países y 32 organizaciones internacionales, concluyendo en más de 3000 proyectos de cooperación.

En conectividad de instalaciones, las cifras indican que, hasta finales de agosto de 2022, la compañía ferroviaria Trans-Eurasia Logistics llegó a un total de 200 ciudades de 24 países europeos y cerca de 60.000 trenes han recorrido sus líneas, transportando mercancías de 300.000 millones de dólares. Hasta principios de septiembre de 2022, se crearon 94 líneas marítimas con la denominación de la Ruta de la Seda, 108 puertos en 31 países, sumando más de 9.000 viajes. A todo esto, se suma que del 2013 al 2022, el volumen acumulado de comercio mercantil entre China y otros países de la Franja y la Ruta superó casi 19.1 billones de dólares, con una tasa de crecimiento anual promedio del 6.4 %.

La iniciativa de Promoción de la Cooperación Comercial sin Obstáculos a lo Largo de la Franja y la Ruta Respecto, en 2022, el valor de las importaciones y exportaciones entre China y los países socios alcanzó casi US$ 2,9 billones, lo que representa un aumento de 6,2 puntos porcentuales en comparación con 2013; el valor total de las importaciones y exportaciones de empresas privadas chinas hacia los países socios superó los US$ 1,5 billones, representando el 53.7 % del comercio entre China y estos países en el mismo período. Hasta finales de agosto de 2023: alcanzó 80 países y organizaciones internacionales y se construyeron más de 70 parques de cooperación. Respecto a la integración financiera, se logró el canje monetario bilateral con más de 20 países vecinos y un sistema de pago interbancario transfronterizo de RMB (moneda china) con 60 países y regiones.

Por último y no menos importante, en cuanto a la unión de la voluntad de los pueblos, se realizaron miles de intercambios humanísticos en diferentes índoles, como, convenios de cooperación cultural y turística con 144 países; festivales de arte, de cine, de música, exposiciones y ferias de libros; traducción de libros clásicos; red de las ONGs de la Franja y la Ruta con la integración de 300 miembros; becas y reconocimientos de títulos; la construcción de 313 Institutos Confucio y 315 Aulas en 132 países; Cooperación tecnológica y ayuda humanitaria donde China ha proporcionado más de 2.200 millones de vacunas contra el COVID-19 a más de 120 naciones y organizaciones internacionales.

Desde el galeón de manila del siglo XVI hasta la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI

El primer contacto que tuvo con nuestra región fue a finales del siglo XVI, con el “Galeón de Manila”, que navegó entre Manila de Filipinas y Acapulco de México y condujo la Ruta de la Seda atravesando el continente americano, pasando por los importantes centros de tránsito como México (Acapulco), Panamá (Ciudad de Panamá), Ecuador (Guayaquil) y Perú (Caya); logrando entonces que la seda, materia prima, textil, porcelana de China, y la plata, cacao y vino de América Latina se comunicaran.

Avanzando al siglo XXI, en julio de 2014, China y América Latina anunciaron el establecimiento de una “Asociación de Cooperación Integral entre China y América Latina de igualdad, beneficio mutuo y desarrollo común”, mientras que, en noviembre de 2016, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió el segundo “Documento sobre la Política de China hacia América Latina y el Caribe”: planificación para fomentar la cooperación integral. Concluyendo en noviembre de 2017, el inicio de la cooperación hacia la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, tras China y Panamá firmar el Memorando de Entendimiento y siendo este, el primer documento de esta referencia firmado entre China y América Latina y el Caribe.

En enero de 2018, se celebró la segunda Reunión Ministerial del Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) en Santiago de Chile, donde se realizó la declaración especial sobre la Iniciativa la Franja y la Ruta, que confirmó oficialmente que América Latina formaba parte de la construcción conjunta de dicha iniciativa.

Hasta el momento, 22 países de América Latina y el Caribe han firmado documentos de cooperación con China en marco a la Franja y la Ruta: Panamá (noviembre 2017), Suriname (mayo 2018), Trinidad y Tobago (mayo 2018), Bolivia (junio 2018), Antigua y Barbuda (junio 2018), Guyana (julio 2018), Dominica (julio 2018), Uruguay (agosto 2018), Costa Rica (septiembre 2018), Grenada (septiembre 2018), Venezuela (septiembre 2018), El Salvador (noviembre 2018), República Dominicana (noviembre 2018), Cuba (noviembre 2018), Chile (noviembre 2018), Ecuador (diciembre 2018), Barbados (febrero 2019), Perú (abril 2019), Jamaica (abril 2019), Nicaragua (enero 2022), Argentina (febrero, 2022), Honduras (junio, 2023). Dentro de estas cooperaciones se destaca la agricultura, minería e industria. Se trabaja en una mejor conectividad, promoción de la cooperación en infraestructura, tecnología y otros sectores; así como también en promover los intercambios humanísticos. Siendo conocidos la complementariedad en el comercio agrícola, el intercambio de vacunas, las infraestructuras como la Carretera Huánuco, Huallanca (Perú); el Puerto de Chancay (Perú); los Cuatro puentes sobre el Canal de Panamá y el Parque Solar Cauchari (Argentina) y el intercambio académico y cultural.

China logró posicionarse como el segundo socio comercial de América Latina, con un volumen de importación y exportación (cifra del 2021), de 451.500 millones de dólares.

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