Los principios fundamentales indican que todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia y todo animal tiene derecho al respeto.
Se agrega que «el hombre, como especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a los otros animales o de explotarlos, violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales».
También «todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre» y «ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles y si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia».
La carta de derechos tamibén señala que «todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse y toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho».