Diane Ladd, la indomable actriz de Mississippi que forjó un legado de más de siete décadas en el cine y la televisión, con tres nominaciones al Oscar y un espíritu que desafiaba tormentas, falleció a los 89 años. Fue en la década de 1970 cuando su fuego sureño iluminó Hollywood: en Alicia ya no vive aquí (1974), dirigida por Martin Scorsese, encarnó a una mesera de lengua afilada que le valió su primera nominación al Oscar como mejor actriz de reparto.
Su carrera, un tapiz de más de 200 créditos, brilló en obras maestras como Chinatown (1974) de Roman Polanski, donde exudaba misterio noir, y Corazón salvaje (1990) de David Lynch, por la que ganó un Globo de Oro y otra nominación al Oscar como la madre protectora y excéntrica. El clímax llegó en 1991 con Rambling Rose, donde compartió pantalla –y una histórica nominación al Oscar– con su hija Laura Dern, convirtiéndose en la primera madre e hija en competir juntas por la estatuilla. Ladd se casó tres veces: con Bruce Dern (1960-1969, padre de Laura), el fugaz Jon Voight y Robert Charles Hunter, quien la precedió en la muerte meses antes.

