Como respuesta, la Justicia dispuso una orden de prohibición de diálogo, comunicación y acercamiento del hombre hacia la víctima por un periodo de 180 días, estableciendo además una fecha y hora para una audiencia. Según comunicó la Policía, la víctima optó en ese momento por no participar en el sistema de monitoreo electrónico.
Posteriormente, el agresor violó las restricciones impuestas, presentándose en el lugar donde se encontraba la víctima. La Policía no logró detenerlo, lo que llevó al juez a emitir una orden de detención.
Una vez detenido, el agresor fue puesto a disposición del Juzgado Letrado de Tercer Turno, donde se le impuso prisión preventiva por 180 días. Esta medida se tomó tras admitirse en la Fiscalía Departamental la presunta comisión de un delito de violencia doméstica especialmente agravado, en reiteración real con tres delitos de desacato y en concurso formal con un delito de lesiones.
Finalmente, el agresor fue trasladado a la Unidad 18 del INR, ubicada en el Departamento de Durazno.
