El director de Cecoed Maldonado destacó el éxito del operativo para combatir el incendio en Cerro del Toro

Mauricio Souza dijo que el siniestro afectó 310 hectáreas y no se sabe cúal es su orígen.

La situación hoy en el incendio del Cerro del Toro está controlada y los trabajos se encuentran en etapa de “liquidación”. Una fase más lenta que implica el ingreso a las llamadas “zonas calientes” para realizar un trabajo de enfriamiento con “personal pie a tierra”.

El Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed) Maldonado brindó apoyo logístico y coordinó la operativa de un gran número de personas y organismos que participaron de una forma u otra en el combate al siniestro. El más complejo de la crisis de incendios que vive actualmente el país a raíz del déficit hídrico generado por la ausencia prolongadas de lluvias significativas en todo el territorio nacional.

Desde este servicio público que forma parte del Sistema Nacional de Emergencias se coordinaron los camiones de la Intendencia de Maldonado (IDM), la maquinaria y todo el soporte logístico para que se pueda realizar el trabajo de combate al fuego.

Las zonas afectadas por este incendio alcanzaron las 310 hectáreas quemándose el cerro en su conjunto. “Lo que se quemó fue sólo vegetación y se evitaron las propagaciones a viviendas por medio de maquinaria y con el apoyo de vehículos y se salvó toda la ladera sur del Cerro en donde entre otras cosas había una producción de vinos” dijo a Diario La R Mauricio Souza, coordinador departamental del Cecoed Maldonado. En la etapa actual denominada de “liquidación” se queda trabajando en el lugar “un equipo más compacto de gente” a decir de Souza. Pero Cecoed se mantiene realizando tareas de soporte hídrico para el caso en que lo requiera Bomberos y brindarles todo el apoyo necesario para que ellos puedan culminar su tarea. Para Souza “el resultado se muestra por sí solo” y es un resultado “100% positivo”.

El comienzo

El día que se detectó el incendio en el Cerro del Toro se comenzaron a desplegar los primeros equipos de respuesta para darle el apoyo a los bomberos y darles el sustento necesario pero, según relata Mauricio Souza, el trabajo comenzó mucho antes.

“Nosotros año a año en los meses de setiembre a noviembre la Dirección de Obra de la zona oeste hacemos un trabajo de prevención en el cerro en lo que se llama “los cortafuegos” Explica Souza. La tarea preventiva consiste básicamente en realizar la limpieza de estos cortafuegos retirando el vegetal. Para Souza fue precisamente “eso lo que contuvo las propagaciones a las viviendas linderas y a la zona de camping donde el fuego siempre estuvo circunscripto dentro de la medida de protección y del mantenimiento que se realiza”.

Souza relata que desde el momento en que se hace presente el Cecoed “se empiezan a hacer las coordinaciones pertinentes”. Personal de UTE tuvo que acudir rápidamente al lugar porque en la ladera del cerro sobre la zona poblada existen los tendidos de cables eléctricos que suministran energía, no solo a Piriápolis, sino también a la zona linderas al cerro. Pocas horas después se realiza la coordinación con el personal de aérea para disponer de los helicópteros a primera hora. En ese momento, según cuenta Souza “ya se estaba trabajando con más de 15 máquinas de la intendencia y más de 10 cisternas que hacen el suministro del soporte hídrico en la tarea de combate”.

Souza explica que trabajar con helicópteros “no es una tarea sencilla” porque “lo que se ve de arriba no es lo que se ve de abajo y entonces es muy importante también una coordinación en la comunicación”. Una de las tareas implica saber de dónde recogen el agua lo helicópteros, “y ahí entra el rol de Prefectura Naval que muestra “un lugar seguro de la costa”.

Consultado sobre la polémica suscitada acerca de la no utilización del aviones Hércules comprados para, entre otras, este tipo de circunstancias, Souza nos dice que “se evaluó el uso de los Hércules y se consideró dejarlo en el plan B ya que en el lugar había 4 helicópteros operando constantemente con más de 400 viajes de descarga de 600 litros cada uno”. Souza explica que “también existe el protocolo logístico que es un trabajo que va en paralelo a la tarea operativa”.

Este soporte logístico tiene que ver, no solo con los recursos y materiales, sino que también se vincula al “confort” para todos los que están trabajando en el lugar. Ahí empieza a unificarse el trabajo y muchos organismo comienzan a tener participación directa sobre la emergencia. “Llegamos a tener destinados más de 50 funcionarios de la Intendencia en el lugar y más de 15 maquinarias y camiones cisternas” aseguró Souza.

La Jefatura de Maldonado informó en su momento que en el lugar trabajaron bomberos de Piriápolis, Maldonado, San Carlos, Pan de Azúcar y Santa Teresa, así como también se activó la Estructura Forestal y se recibió apoyo desde Montevideo con 51 bomberos. Como parte de la logística que coordina el Cecoed durante el combate al fuego está el levantamiento de estructuras como la que alberga al Puesto de Comando y las de alojamiento y descanso para quienes están trabajando.

El Municipio en coordinación con la Intendencia y el Cecoed brindaron además del soporte hídrico, desayuno, almuerzo, merienda y cena para las más de 150 personas involucradas: “La idea era que toda la gente que estaba trabajando en la tarea de combate lo pudiera hacer concentradamente y no tuviera que estar preocupándose por ninguna situación” dijo Souza.

El aporte de los vecinos y vecinas

El incendio se detecta a la una de la mañana de este miércoles 25, se confirma y los vecinos salen al visualizar que el fuego venía hacia sus viviendas. Los intentos improvisados de combate al fuego por parte de los vecinos «es un factor que se da en las primeras horas del incendio” nos comenta Souza.

Souza agrega que en ese momento se realiza “un trabajo coordinado” en el que según él “hay que tener mucho dominio emocional” por la gran preocupación de la gente que habitaba cerca de la ladera del cerro: “coordinamos a los vecinos en colaboración con las máquinas de la Intendencia, ellos mojaban las máquinas y hacíamos un ataque directo al fuego para que se contuviera dentro de los cortafuegos” relató.

Souza nos cuenta que luego de desplegado el operativo en el lugar “los vecinos mismos van entendiendo cuál es su mejor rol”. También “van entendiendo que se exponen a los gases de la combustión, a temperaturas y que van con ropas que no son adecuadas y con los riesgos de cortarse o ser picados por una víbora” dice souza y explica que “en la zona en la que se ingresa hay vida y esos animales están asustados y tratan de salir”. Souza considera que la coordinación con los vecinos fue “exitosa” y se hizo un trabajo muy bueno porque “entendieron y también fueron parte de esta tarea de combate” afirmó.

Operativo exitoso

Más allá de que los trabajos aún no han concluído totalmente, Mauricio Souza desde el Cecoed Maldonado evalúa que la tarea fue un éxito debido a que más allá de “la sequedad, la falta de agua, y que la zona cuenta con una topografía diferente que no nos permite ingresar con maquinaria más allá de la ladera del cerro, evitamos una propagación a viviendas y no hay viviendas afectadas ni personas lesionadas” confirmó.

Souza agrega que “sin dudas este siniestro es una tristeza porque “cambia el factor fotosíntesis en el lugar”, el paisaje “pasa a ser totalmente gris” y “se fue el verde”. Pero destaca “que se logró combatir el incendio y circunscribirlo en menos de 24 horas para pasar a la etapa de liquidación “que es lo que estamos haciendo hoy” confirmó.

Souza recuerda a La R que “a la una de la mañana el fuego venía en una propagación muy rápida y en forma descendente con altura de llama de más de 4 metros con una radiación de calor de 12 metros. Fueron momentos de adrenalina. Y los cortafuegos funcionaron” enfatizó.

El origen

Consultado por La R acerca de los posibles orígenes del siniestro Souza nos dice: “Nosotros tenemos nuestra hipótesis” pero sólo adelante que saben “que para que se generara un incendio en ese lugar, tuvo que haber una fuente de calor” pero cuando le pedimos que fuera más específico nos respondió que: “no hay que descartar nada”. El fiscal Ignacio Montedeocar se desplazó el jueves al lugar para iniciar una investigación sobre la posible intencionalidad en el origen del siniestro.

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