Hay un festejo particular y poco conocido de Carnaval que se conserva en algunos pocos pueblos del Uruguay, como Guichón y Cardona, y en menor proporción en Melo, Fray Bentos y otros, con sus propios particularismos y diferencias. Es otro carnaval muy diferenciado, más participativo, más popular, más irónico, más colectivo.Es la fiesta del Entierro del Carnaval y de los Mascaritos, que se constituye en un Patrimonio Intangible diferenciado en el Uruguay. En este año, estuve y tomé muchas fotos, una selección se exponen, asociado al Día del Patrimonio y a su reabierto, en el Museo del Carnaval. En Guichón, en Paysandú, existe otrotipo Carnaval donde se festeja el Entierro del Carnaval y se acompaña de cientos de mascaritos. Es la fiesta de la carne y la desmesuraque festeja con ironía la muerte y el fin de la vida. Todo empezó con Pedro Luis de Guichón, el fundador, que llego a esa zona deshabitada en 1884, inicióla producción ganadera y con ello su lento poblamiento. Cuando se estableció la vía férrea que desde 1891 comenzó a unir y llevar ganado desde Paso de los Toros a los nuevos frigoríficos que creados en Paysandú y Fray Bentos, se estableció en ese lugaruna parada intermedia para cargar ganado. Comenzaron a aparecer pobladores y con ellos comercios, incluyendo el propio Estado con una comisaria, una escuela y diversos servicios. En 1907 pasó a la categoría de pueblo y se promocionó la venta de terrenos que impulsó la radicación de los nuevos inmigrantes que llegaban al país. Para el 1908 ya se habían afincado 800 colonos en su mayoría extranjeros provenientes de Europa y que en sus mochilas cargaban sus culturas y tradiciones. De aquellos encuentros de culturas y personas se gesta elfestejodel Entierro del Carnaval. Años más tarde cuando se hicieron exploraciones en búsqueda de petróleo, a pocos kilómetros de la ciudad, se descubrieron las Termas Saladas de Almirón y con ellas nuevos servicios y pobladores aparecieron. En 1962, cuando se cerró la parada de tren, la urbe tenía categoría ciudad e iba a alcanzar las cerca de 6000 personas que la habitan ahora y ya se había consolidado esta fiesta carnavalera.
El Entierro del Carnaval que se realiza, se caracteriza por uno conjunto de extrañoscortejos funerarios e irónicos de carrozas alegóricas cada una de dicada a un tema, con sus propios actores y seguidores, y en general que representan a un grupo o una zona de la ciudad. Está organizado por diversos grupos de personas que se juntan para concebir y construir una especie de carroza dedicada a enterrar un tema, problema, dolor o personaje del año anterior. De algo que ha muerto y que se desea que así ocurra. Se ha enterrado también estados como la soberbia, la mala onda, la rabia, el enojo y hasta la envidia. Es una acción espontánea y popular de sentimientos y deseos y que da forma a extrañas carrozas, disfraces y máscaras. No es la tradición original del Entierro de la Sardina, con la cual se terminaba el Carnaval y con ello el fin de la prohibición de la carne como es su génesis en Europa y España. En Guichón, no sólo se termina el Carnaval y se acaba la fiesta hasta el año próximo cuando renacerá el Carnaval, sino que también se busca enterrar los problemas y pesares. Aquí, se come carne con o sin carnaval.
En este año del 2022, el Entierro y sus carrozas fúnebres referían al coronavirus, los precios altos, el gobierno, diversos personajes locales y nacionales, y varias otras angustias generales de los ciudadanos. En todas las carrozas hay un cajón y un vivo que representa al difunto o incluso un muñeco que lo acompaña. En el desfile este muerto en algún momento irrumpe eincluso actúa. Esta acompañado por sus deudos, así como de muñecos que representan otros personajes. En general entre los deudos, destacan las diablillas, las lloronas, los curas, los usureros, las enfermeras, los médicos o los parientes que lloran o que festejan. Todo tipo de personajes acompañan al difunto. Desde usureros, amantes, curas o parientes. La fiesta y la ironía son la génesis de la creatividad del diseño de las carrozas, los vestidos o los carteles.
Esta larga procesión de carros fúnebres del Entierro del Carnaval de Guichón, está salpicada y mezclada de otros grupos de comparsas tradicionales de vedetes, banderilleros, lubolos, tamborileros, abuelos o bastoneros que acompañan como invasores culturales y testigos oficiales del festejo de este otro Carnaval uruguayo que se localiza en la mitad del país, en un ancho y largo territorio desde Fray Bentos hasta Melo. También están también hasta princesas y reinas del Carnaval. Pero, los personajes centrales y destacados adicionales que acompañan el Entierro del Carnaval, son los “Mascaritos”. En Guichón, ellos van al final, por detrás de todas las carrozas y grupos musicales y de bailantes. Son cientos de jóvenes enmascarados o disfrazados que acompañan el Entierro y que mantiene la policía a raya. Son los personajes que pintara Luis Alberto Solari y que participan en la mayoría de sus cuadros. Antes acompañaban a cada uno de los carros funerarios y festejaban por los difuntos. Ahora son el pueblo desorganizado que en Guichónhan sido apilonados al final del desfile del Entierro del Carnaval. La policía los ataja y los controla. Pone cuerdas y vigila para que no se desbanden y finalmente casi que los suelta como una jauría humana en este festejo desenfrenado de Carnaval. La gente los recibe con placer. Toda la ciudad de Guichón festeja y participa. Muchos han sido “mascaritos” en algún momento y hoy lo son sus hijos. Pero más allá es el Patrimonio del país de tener otro- y escondido- Carnaval.
Gracias por tan linda nota!! Saludos de una guichonense.