En una soleada mañana en Montevideo, nos encontramos con Javier González, un joven talento que se abre camino en las divisiones inferiores de Danubio Fútbol Club. Con apenas 19 años, Javier es consciente de los desafíos que enfrenta en su búsqueda por insertarse en el fútbol europeo. En esta entrevista, nos comparte sus expectativas, sus preocupaciones sobre el futuro económico y la falta de preparación educativa que siente en el ámbito deportivo. Con una mirada decidida y un enfoque claro en sus sueños, Javier González representa a muchos jóvenes futbolistas que buscan no sólo triunfar en el deporte, sino también construir un futuro sólido.
– ¿Cómo te iniciaste en el fútbol y qué te motivó a seguir este camino?
– Desde muy pequeño, el fútbol siempre ha sido mi pasión. Recuerdo que jugaba en la calle con mis amigos y, a medida que fui creciendo, comencé a jugar en equipos locales. Lo que me motivó a seguir este camino fue la posibilidad de vivir de lo que amo, de convertirme en profesional y, si se da la oportunidad, jugar en Europa. Es un sueño que tengo desde que era niño.
– Hablando de tus aspiraciones, ¿cómo ves la posibilidad de insertarse en el fútbol europeo?
– Es un objetivo muy claro para mí. He visto a muchos compañeros y jugadores uruguayos que han logrado dar el salto a Europa, y eso me inspira. Sin embargo, sé que el camino no es fácil. La competencia es feroz y hay muchos factores que influyen. Creo que si sigo trabajando duro y mantengo la disciplina, tengo posibilidades, pero también soy consciente de que hay que estar preparado para cualquier situación.
¿Qué piensas sobre los sueldos en el fútbol, tanto en Uruguay como en Europa?
En Uruguay, los salarios en las divisiones inferiores son bastante bajos. Muchas veces, los jugadores tienen que compaginar el fútbol con trabajos adicionales para poder subsistir. En Europa, si logras llegar a una liga profesional, los salarios son significativamente más altos, lo que es un incentivo enorme. Sin embargo, también he escuchado historias de jugadores que llegan y no logran adaptarse o que no tienen las oportunidades que esperaban. Es un riesgo que hay que evaluar.
– Además de las expectativas deportivas, ¿qué te preocupa respecto a tu futuro una vez que finalice tu carrera como futbolista?
– Esa es una de mis mayores preocupaciones. La verdad es que el fútbol es una carrera corta y, aunque sueñas con ser profesional, siempre hay que tener un plan B. He notado que muchos jugadores no tienen una educación formal o habilidades que les permitan insertarse en el mercado laboral una vez que dejan de jugar. La falta de programas que te preparen para el futuro es un gran problema.
– ¿Qué tipo de educación o preparación consideras necesaria para esos momentos posteriores a la carrera deportiva?
– Creo que es fundamental contar con una educación que vaya más allá del fútbol. Muchas veces, los clubes se enfocan solo en el rendimiento deportivo y descuidan la formación académica de los jugadores. Debería haber programas que integren la educación con el deporte, como talleres, cursos o charlas sobre finanzas, gestión del tiempo y habilidades laborales. Esto no solo te prepara para la vida después del fútbol, sino que también te ayuda a ser más equilibrado como persona.
– ¿Te gustaría que los clubes uruguayos implementaran algún tipo de programa que contemple estos aspectos?
– Definitivamente. Sería ideal que los clubes se involucraran más en la educación de sus jugadores. No solo sería beneficioso para nosotros, sino que también podría crear una cultura de jugadores más completos, que no solo sean buenos en la cancha, sino que también estén preparados para enfrentar la vida una vez que el fútbol termine. La inversión en educación es tan importante como la inversión en el desarrollo deportivo.
– Para finalizar, ¿qué mensaje le darías a otros jóvenes que sueñan con el fútbol, pero que también tienen dudas sobre el futuro?
– Les diría que nunca dejen de soñar, pero que también sean realistas. Es fundamental trabajar duro y aprovechar cada oportunidad, pero al mismo tiempo, no descuidar su educación. El fútbol puede abrir muchas puertas, pero es importante tener un plan para el futuro. Siempre hay que estar preparados para lo que venga, tanto en lo bueno como en lo malo.
El sueño del pibe, un deporte noble convertido en una interesante fuente de ingresos.