Los líderes del Grupo de los Siete (G7) han calificado este lunes de «abominable» el ataque con misiles contra un centro comercial de la localidad ucraniana de Kremenchuk y se han comprometido a exigir responsabilidades al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
«Los ataques indiscriminados contra civiles inocentes constituyen un crimen de guerra», han recalcado los líderes en la declaración, agregando que «condenan solemnemente el abominable ataque».
Los mandatarios de Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos, reunidos en el segundo día de una cumbre en Alemania, han emitido una declaración después de que al menos 16 personas hayan muerto y cerca de 60 hayan resultado heridas en un ataque en Kremenchuk.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha informado en Telegram de que en el interior de esas instalaciones había más de un millar de personas, lo que anticiparía un alto número de víctimas. Asimismo, ha difundido imágenes del establecimiento en llamas y con un intenso humo como ejemplo de la destrucción.
El mandatario ha lamentado que Rusia haya bombardeado de nuevo un enclave sin interés militar de ningún tipo, donde cientos de personas intentaban llevar «una vida normal» al margen del conflicto. «La cantidad de víctimas es imposible de imaginar», ha agregado.