Como estaba previsto, el Athletic Club le puso mucha intensidad desde el pitido inicial. Carlo Ancelotti, quizá, lo esperaba y ante el calendario y el desgaste del jueves, apostó por un medio con más energía premiando a Ceballos junto a Valverde y Camavinga y dejando en el banquillo a Kroos y Modric. De inicio no le funcionó porque aunque la primera buena ocasión fue madridista con un disparo alto de Benzema, a los visitantes les costó salir y tener la pelota.
El conjunto vizcaíno lograba ahogar con su intensa presión a su rival, al que hacía principalmente daño por el costado derecho, y al que lanzó un par de avisos. Primero, a balón parado, con un cabezazo del debutante Paredes que se topó con Courtois y luego con la calidad de Nico Williams para lanzar un afilado disparo que se fue cerca del poste.
El Real Madrid trató de rehacerse y no perder la calma ni balones en zonas peligrosas. Ancelotti optó por meter más dentro a Asensio para juntarse por allí con Benzema para sacar mejor la pelota. Eso le fue dando aire poco a poco e hizo crecer a los medios en el partido para asentarse aún mejor en el campo.
El delantero francés avisó con un disparo que se estrelló contra Paredes y, justo después de que el Athletic estuviese a punto de sorprender en una rápida contra y una buena combinación entre Sancet e Iñaki Williams, tiró de calidad para adelantar a los suyos. El ‘9’ empaló con la zurda un balón ‘llovido’ en el área local y lo pegó al palo para igualar los 228 goles ligueros de Raúl González.
El 0-1 aumentó la confianza del 14 veces campeón de Europa, que logró controlar bien las acometidas de los de Ernesto Valverde y que fue amasando posesiones más largas para desgastar más a los ‘Leones’, aunque sin más verdaderas ocasiones de gol para llegar al descanso con más comodidad.
El Real Madrid aguanta el final
El inicio de la segunda mitad volvió a ofrecer a un Athletic intenso y que trató de encerrar a un Real Madrid que prefirió apostar decididamente más por los contragolpes, aunque le faltó una mejor versión de Vinicius para hacer más daño. El brasileño fue neutralizado por De Marcos y apenas brilló.
Valverde reaccionó entonces con un triple cambio y la entrada de Muniain, Herrera y Guruzeta, un segundo delantero para tener más presencia en el área madridista. El Athletic cogió aire y, impulsado por el aliento de su público, apretó con mucha fuerza, pero echó en falta más acierto, sobre todo en su ocasión más clara, de Nico Williams, que definió mal con todo a favor.
El Real Madrid se fue quedando poco a poco sin salida, pero supo tener la fortaleza defensiva que ha echado de menos. Iñaki Williams acertó, pero el 1-1 fue anulado por un fuera de juego previo, y pese al acoso final local, finalmente fueron los de Ancelotti los que sentenciaron con un afinado disparo de Kroos tras una contra final con su rival volcado.