En el mundo que está camino a la recuperación económica, se elude visiblemente a los países más pobres

El crecimiento mundial vuelve a repuntar según los pronósticos para este 2024.

Es probable que este año se produzca la mayor recuperación después de la recesión en 80 años:  se prevé que el PIB mundial crecerá un 5,6%.Se espera que el crecimiento de las economías avanzadas alcance el 5,4 % , la tasa más alta en casi 50 años.

Casi todas las economías avanzadas volverán en 2024 a sus niveles de ingreso per cápita antes de la pandemia. Es evidente que, en algunas partes del mundo, los daños causados por la pandemia se están reparando rápidamente.

Sin embargo, no es así en los 74 países que reúnen los requisitos para recibir asistencia de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial.

Estos son los más pobres del mundo: representan aproximadamente la mitad de las personas que viven con menos de USD 1,90 al día.

Para ellos, la «recuperación» mundial simplemente no se ve por ningún lado. En 2024, su crecimiento será el más lento en más de dos décadas (con excepción de 2020), con lo que se revertirán años de avances en la reducción de la pobreza.

 Para ellos, el daño no se repara rápidamente. En 2030, 1 de cada 4 personas  vivirá todavía por debajo de la línea internacional de pobreza.

La mortalidad materna e infantil va en aumento en los países clientes de la AIF debido al menor acceso a alimentos y servicios de salud. Los conflictos y la inestabilidad también agravan los desafíos que enfrentan algunos países.

«Incluso cuando las naciones más ricas empiezan a disfrutar de un retorno a la prosperidad y a una cierta normalidad, la pandemia aún continúa devastando a los países más pobres».

Estos países necesitarán una ayuda significativa para salir de la recesión tras la COVID-19. En 2020, la pandemia prácticamente detuvo el crecimiento económico en los países de la AIF y provocó una disminución del ingreso per cápita del 2,3 %. 

Para volver a la senda de convergencia con las economías más ricas, los países de la AIF necesitarán hasta USD 376 000 millones en financiamiento adicional de aquí a 2025, por encima de los USD 429 000 millones en necesidades habituales de financiamiento externo.

 Muchos de estos países ya están muy endeudados, por lo que la opción de pedir préstamos es limitada. Dadas las restricciones fiscales de la mayoría de los países tras la pandemia, es probable que la asistencia externa para el desarrollo se mantenga estable o incluso disminuya. Bajo estas circunstancias, los países de la AIF precisarán cada vez más ayuda consistente en donaciones o préstamos sin intereses.

Los países de la AIF necesitan y merecen toda la ayuda que puedan obtener. Como señalaron recientemente  los líderes de la Cumbre sobre el Financiamiento de las Economías Africanas: «Nosotros… compartimos la responsabilidad de actuar juntos y combatir la gran diferencia que se está produciendo entre los países y dentro de ellos. Esto requiere una acción colectiva para crear un paquete financiero muy cuantioso, para proporcionar un estímulo económico que tanto se necesita, así como los medios para invertir en un futuro mejor».

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