En la actualidad, muchas encuestas reflejan que hoy existen más leyes, conciencia social, y quizás una respuesta estatal más presente en cuanto a los casos de violencia de género que desde el inicio de una larga lucha que tiene la mujer en las exigencias de sus derechos, pero la realidad es que no parece ser suficiente.
Según el Mapa Latinoamericano de Feminicidios (MLF), en el año 2023 la región de América Latina y el Caribe sufrió un total de 4.599 casos de feminicidios, lo que representa un incremento de más de 50% con respecto a los hechos violentos registrados en el año 2022 (2174). Siendo el mes de junio del pasado año el más sangriento con 445 acontecimientos.
El MLF es una herramienta de incidencia política, que proporciona la información necesaria para exigir a los Estados de América Latina el cumplimiento de sus obligaciones internacionales, conforme lo dispuesto por la Convención Interamericana.
Para estos números tomaron información brindada por las fuentes territoriales pertenecientes a 16 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
Las estadísticas reflejan que Brasil es el país de América Latina más peligroso para la mujer con 1706 asesinatos de mujeres, lo que representa el 37.1% del continente. Le siguen en esa larga lista Guatemala (601 casos), Colombia (524 casos) y Honduras (402 casos). En Uruguay se contaron 24 casos.
Pero el tema de los feminicidios parecen ir mucho más allá, En la región existen
2.198 hijas o hijos huérfanos por esta causa, lo que da por hecho que un feminicidio afecta a todo un núcleo familiar.
En la actualidad, también existen otros datos que muestran que todos los casos sumados en el año anterior, en 2.493 ocasiones se desconoce si la víctima había denunciado previamente a su agresor, lo que también es llamativo en cómo se aborda por parte de las autoridades estas situaciones.
Por otra parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recordó en su último reporte que el problema es una realidad en 26 países y territorios: una mujer es asesinada por razones de género cada dos horas. En su mayoría este delito es cometido por la pareja o ex pareja de la víctima.
En nuestro país, la mayoría de las víctimas de feminicidios registradas durante 2023 tenían entre 25 y 36 años (37%). La más joven tenía 17 años y la más adulta 80 años. Sin embargo, según datos del MLF, de los 24 feminicidios en el 12% (3) de los casos, la edad es desconocida.
Por estas razones, cada vez hay más gritos en el mundo que piden que se detenga, voces de distinta procedencia, edad y raza que dicen: “¡Ni una menos!” y que exigen respuestas a sus gobiernos durante el pasado y en la actualidad.
