El sábado 5 de julio de 2025, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de las Cooperativas bajo el lema: «Las cooperativas promueven soluciones inclusivas y sostenibles para un mundo mejor «. El evento coincide con la celebración del Año Internacional de las Cooperativas de las Naciones Unidas, que se celebra cada diez años y sirve para destacar el papel fundamental que tienen las cooperativas en la creación de sociedades más justas y resilientes.
Sobre la importancia de esta fecha, consultamos a Enrique Cal, presidente de Federación Uruguaya de Cooperativas de Ayuda Mutua (Fucvam) que, además este año celebra 55 años de su fundación. Cal afirmó que el cooperativismo en Uruguay, “ocupa un lugar relevante, no solo desde el punto de vista social sino también desde el punto de vista económico”.
Agregó que el movimiento cooperativo, “ha sabido capear todos los temporales” y además “ha tratado a la ciudadanía, a sus socios, a sus clientes con un sentido de humanidad, mucho más elevado que el que tienen, por ejemplo, la banca comercial y las empresas con fines de lucro”. Las cooperativas, puntualizó Cal, “mantienen una presencia importante en nuestra sociedad a tal punto que, por ejemplo, quienes han sido directoras del Instituto Nacional de Cooperativismo (Inacoop), la institución oficial, han sido también presidentas y figuras referentes del cooperativismo uruguayo”. En ese sentido, puso como ejemplo el caso de la Dra. Graciela Fernández quien hoy ocupa la presidencia de Inacoop.
Por otra parte, Cal consideró que también ese “impulso organizativo” que se dio a nivel de las organizaciones de tercer grado, las cudecoop, “ha posicionado al Uruguay en el mundo de no solo en lo que hace a vivienda particularmente, que integramos el Comité Internacional de Vivienda, sino ocupar la propia presidencia de de la Alianza Cooperativa de las Américas.
Cal agregó que el Día Internacional de las Cooperativas es “día de celebración, pero también es un día de reflexión en torno a todo lo que puede seguir aportando el cooperativismo en nuestro país”. Indicó que muchas veces el cooperativismo “es tratado como una organización con fines de lucro en la viviendas cuando en realidad yo siempre lo digo, pagamos hasta el aire que respiramos”.
En ese sentido, dijo que “hasta ahora, han habido muchas promesas, pero no se concreta ningún tipo de descuento de exoneración a los impuestos oficiales”. “Entonces, tiene que ser un día de reflexión también para los agentes de gobierno, los tomadores de decisión y por supuesto proyectarnos hacia adelante”.
Cal opinó que, en el mundo, el cooperativismo está en “clara expansión”. “Hay países en los que toda la estructura agraria se sostiene sobre el cooperativismo rural”, afirmó.
Agregó que hay estados de Brasil que dependen “pura y exclusivamente” de las cooperativas agrarias para sostener el sistema. Reconoció que al plantear algunas reglas alternativas al sistema predominante “es muy difícil, que la ciudadanía, una vez que entienden el modelo, después que lo defienden y se comprometen, lo abandonen”.
El cooperativismo, afirmó, “es hoy una gran realidad y es una alternativa a este mundo que está configurado con las normas y leyes de los poderosos, frente a lo cual, el cooperativismo opone otros valores”
55 años de Fucvam
Cal también se refirió a los 55 años de Fucvam que se fundó el 24 de mayo de 1970 recogiendo experiencias de las primeras cooperativas que se construyeron en el país, algunas de las cuales venían desde 1968. Cal señaló un primer aspecto que tiene que ver con la “vigencia” de Fucvam en todos estos años. “Son 55 años de una organización que construye viviendas para sectores populares, para los trabajadores y las trabajadoras ininterrumpidamente durante todo este tiempo”. En total, hoy se contabilizan 740 cooperativas de viviendas a lo largo y ancho de todo el país. En total, Cal estimó que Fucvam, desde su creación, “debe andar por encima de las 30 000, 35 000 de soluciones habitacionales generadas”. Cada cooperativa tiene un mínimo y un máximo de integrantes que ha variado con el tiempo. “Antes el mínimo eran 50 familias y el máximo 200. Hoy el mínimo son 10 y el máximo 50. Es un montón de gente”, agregó.
Pocos programas han resistido el paso del tiempo como Fucvam. El otro aspecto a destacar es que se trata de una organización “que ha trascendido fronteras”, destacó Cal. En ese sentido, indicó que hay experiencias en varios países y contactos para conocer el modelo.
Sobre la presencia en el Parlamento de un referente de Fucvam como lo es Gustavo González, hoy senador socialista, señaló que “no es más ni menos que la síntesis de de una vida de militancia y de compromiso”.
Agregó que sin duda su presencia en el Parlamento es para Fucvam “una referencia, un poder conversar algunos temas de los cuales antes no teníamos una referencia directa y ahora podemos conocer un poco más de cerca y y bueno, también son una puerta de entrada a algunos planteos”.
“Lo que antes se hacía, normalmente, en la Comisión de Vivienda del Senado, de Diputados, hoy tenemos a un senador que entiende desde la primera letra hasta la última cuál es el discurso de Fucvam, cuál es la postura porque lo vivió bien de adentro”. De todos modos, aclaró que “un senador no hace la revolución” pero sí lo que tenemos “es un interlocutor muy válido”. En ese sentido, se refirió a dos proyectos de ley que se presentaron en la legislación pasada y que fueron desarchivados, uno de los cuales tiene que ver con “el aumento al impuesto al patrimonio que pagan las grandes riquezas del país para lograr incrementar los fondos destinados a la vivienda social que hoy no llega a 0,5% del PBI”
El otro proyecto tiene que ver con las fincas y los terrenos abandonados.
Sobre el déficit habitacional, opinó que hoy supera las 70.000 viviendas. Agregó que “lo lamentable es que son más o menos los mismos números que cuando fue creada la ley hace más de 60 años. O sea, no hemos avanzado ni un metro en esto”. Por otra parte, aseguró que desde que “desapareció el Fondo Nacional de Vivienda en el año 2002 nunca más se volvieron a contar con recursos genuinos para la construcción de vivienda”.
Con respecto a la política de vivienda del actual gobierno dijo que “por ahora son anuncios” y que “acá lo que corta el bacalao es el presupuesto y lo que se asigne al Inciso 14 del Ministerio de Vivienda”.
“ Puedo decir que voy a hacer todas las veredas de una ciudad, pero hasta que no se vea el presupuesto y si esa lo que se le asigna alcanza para cumplir esa promesa”, no deja de ser eso.
“Es imposible solucionar el déficit de vivienda si no se le extienden recursos. Hay una vieja frase a nivel de los administradores que dice que lo que no está en el presupuesto no existe. Hasta que no tengamos esa cifra no sabremos cuál es la importancia que le va a asignar el poder ejecutivo a la construcción de vivienda nueva”.
En resumen, opinó que Fucvam “es una gran organización que está legitimada en nuestro país” y aseguró “no hay un solo esqueleto de cooperativa a medio construir en todo el país”.
“Todas nuestras cooperativas terminan construyendo viviendas dignas para trabajadores y trabajadoras y en la medida en que logremos los recursos necesarios, el apoyo político necesario, seguirá aportando no solamente a la construcción de viviendas para la clase media trabajadora, media baja, el trabajador formal, sino también hay propuestas para los sectores más vulnerables”. Por último, respecto a la “fórmula” para alcanzar ya más de medio siglo de existencia, destacó tres aspectos: la financiación, el acceso a la tierra y el marco jurídico para poder desarrollar esos programas.