Entre signos, historias y risas, Fede Cyrulnik vuelve a Uruguay

El actor, director y guionista argentino Federico Cyrulnik retorna a Montevideo, ciudad que siente como “amiga” desde hace algunos años, y que lo recibirá una vez más con su espectáculo de “Stand Up – Comedy Show (2da. Temporada)”. “¿Cómo la han pasado los signos estos últimos dos años?”, es la pregunta que buscará responder junto al público que vaya a ver la presentación.

El artista se presentará en Montevideo el próximo sábado 29 de abril en dos funciones. Una a la hora 20 –con localidades ya agotadas- y la otra a las 22.30 horas –hay entradas disponibles-, en el Teatro del Notariado, en la calle Guayabo 1729, entre Magallanes y Gaboto. Una de sus últimas presentaciones en el país fue el pasado viernes 10 de diciembre de 2021. Pero antes de emprender viaje, desde Buenos Aires, habló con el Diario La R, y contó quien es, como empezó, que viene a proponer y hacia dónde va, entre otros temas.

¿Cómo se inició en la actuación y como comenzó su carrera?

Mi carrera comenzó hace 20 años cuando decidí ser actor. El tema es que en ese momento era un poco la única opción para hacer algo escénico. No había redes sociales, ni tantos programas de televisión ni opciones como para trabajar. Si bien arranque hace 20 años, hasta que encontré mi lugar fui pasando por diversas instancias. Empecé con el teatro, y me di cuenta que el teatro dramático no me gustaba. Pasé por la improvisación, y estuvo varios años haciendo Impro, un tipo de formato que creció mucho y después cayó. Quería vivir de esto. Quería trabajar de algo que me haga feliz y al mismo tiempo que me pueda dar sustento. Para mí nunca fue un hobby la actuación, siempre era como el deseo de mi trabajo.

¿Cuándo y cómo aparece en su camino el Stand-Up?

Quería ser actor, pero ser actor dramático no era para mí. En eso, después de 10 años, y mientras era productor y trabajaba en otras áreas para vivir de algo, en el año 2010 me fui encontrando con el Stand-Up. Ahí conducía un programa de televisión. Y el guionista, que era Fernando Sanjiao, me dijo: “Tenes que hacer clases de Stand-Up”. A partir de ahí arranca una nueva era para mí, donde me doy cuenta que quería depender de mí mismo. Para mí fue revelador hacer el curso de Stand-Up. Yo me decía que si lograba tener público que me quisiera venir a ver, no iba a necesitar más que alguien me elija como hasta ese momento. Y lo que pasó es que en el camino a poder generar público, era difícil definir donde me podían ver. No tenía un programa radio ni de TV porque no me elegían. El tema era donde construir mi público, en qué lugar. Pasé por programas donde había concursos de Stand-Up, e iba lugares también para generar el boca en boca. Luego las redes sociales fueron ese medio.

¿Qué pasó cuando la gente lo comenzó a conocer?

La gente empezó a conocerme por las redes y luego a verme en el teatro, y empecé a construir quien más se parece a mí hoy. Con el tiempo fui cambiando las temáticas de los videos. Estuve 3 o 4 años haciendo videos de animales, de perros, de la nostalgia, de ser una persona que nació en los años 80, hasta que en el 2019, por casualidad empecé a hacer videos de los signos, y hoy soy casi un “referente” para el mundo de la astrología, siendo una persona que no cree y ni sabe de signos, pero sin embargo entiende bien cómo son los estereotipos, y toda mi parte de actor de improvisación y de guionista, hizo que pueda poner en juego todas estas herramientas para generar estas ficciones.

¿Ha tenido algún referente o maestro en materia de actuación en televisión, teatro o  espectáculos unipersonales?

No. Siempre tuve como el espíritu de ir probando, y en casi todo lo que fui haciendo, no había muchos referentes. Entonces, cuando era actor de Stand-Up, las referentes eran de la serie Seinfeld o mis colegas. Lo de Dady Brieva o Landriscina en su momento, me parece que tenían otras cualidades y otro estilo. En el stand-up, en particular, que es esta construcción de material escrito por uno mismo, autorreferencial, era más difícil encontrar un referente, así que tuvimos que ir como “inventando” el género, a nuestra manera, adaptándolo a nuestra forma, “argentinizándolo” como podíamos para no intentar hacer algo que no es nuestro, porque la realidad es que el Stand-up es un formato muy acostumbrado a un público yankee -estadounidense-, que entiende que el stand-up se trata de algo en particular, y no hay que explicar nada. Cuando empezamos a hacer Stand-Up, la gente venía y no entendía que iba a ver. Hubo mucho tiempo para construir un género y que la gente no tenga que venir a pensar que va a ver. Hoy lo logramos, y ya con 10 años de stand-up en tantos lugares, la gente sabe que comediantes le gustan. Además, no hace falta ser amante del stand-up para ir a ver un espectáculo.

Luego de lo que recorrió en 20 años, ¿cómo define hoy su momento profesional?

Hoy me consideró un comediante ya “instalado”, en devenir de influencer, porque por lo que explicaba anteriormente, comencé a hacer vídeos y subirlos a redes sociales más que nada para conquistar a un público, y hoy en día es una plataforma de difusión, de ficción, de trabajo, de publicidad, donde puedo subir un vídeo que me gusta o un vídeo de stand-up.  Como que se transformó en esa plataforma, en ese medio en el cual, soy mi propio dueño, y lo uso como espacio donde puedo hacer lo que quiera. Ya es mi medio de comunicación propio. Si no tenés un programa de TV o de radio, o un medio de comunicación, no tenés donde difundir nada, y yo logré esto desde mi celular. Para mí es importante porque si el día de mañana decido hacer por alguna razón, otras cosas voy a tener esa plataforma que me va a poder acompañar. Si el día mañana quiero hacer conductor de radio, por ejemplo, quizás mi propio Instagram me ayuda eso.

¿Con qué se van a encontrar quienes lo vayan a ver al Teatro del Notariado?

Se van a encontrar con un monólogo muy afilado, que es un show, que vengo haciendo hace unos años donde hablo mucho de los signos, donde hablo un poco de ser papá, donde hablo un poco de ser padre de perros y donde improviso mucho con las parejas que vienen, y nos divertimos con comprobar, entre comillas y científicamente, si los signos existen o no. Y si es verdad que los signos son tal cual como se dice. Hay mucha improvisación con la gente y con los signos.

¿Cómo le ha tratado el público uruguayo y cuál es su experiencia?

Es espectacular. Voy a Uruguay desde el 2017, y la respuesta siempre es extremadamente feliz. Me siento en casa, los teatros siempre que voy se llenan. Eso habla de un amor, de una relación de un vínculo y de una elección que a mí me pone muy feliz, y por eso siempre que vuelvo de Uruguay ya estoy pensando cuando es que voy a organizar una nueva fecha, porque me encanta ir, me encanta cruzar el río. Además de todo entreno triatlón, y cada vez que voy a Montevideo al otro día de mi show, me despierto temprano para ir a correr por la rambla, como rutina después en el en el agua para aflojar las piernas y me voy a comer algo rico, me voy a comer este algún chivito. Me voy a comer algo y me vuelvo realmente como descansado y feliz. Lleno el corazón de los aplausos de risas, es impresionante.

Por intermedio del espectáculo que presenta, ¿busca compartir con el público algún mensaje en particular?

Creo que la idea es que se sorprendan, que se emocionen y que salgan con el corazón lleno de alegría y de sorpresa.

Usted está presentando este show en 2023, pero ¿tiene planes ya para 2024?

Seguramente sea un show con mucha música. El cambio fundamental que se va a venir en el próximo show, es que sea un show semi-musical. Es decir, un 50% stand-up, un 50% comedia y música. Eso es lo que viene para el 2024. Ser padre y estar en el momento en el que estoy en este momento complica un poco sentarse a preparar un nuevo show, pero dentro de poco todo se va a organizar un poco más y me quiero tomar por lo menos un año para armar un show que sea una bomba, así sobre todo en cuanto a calidad musical, que como algo nuevo para mí. Entonces lo tengo que preparar con tiempo.

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