El mundo del fútbol argentino está de luto con la noticia del fallecimiento de Federico Sacchi, una figura icónica que dejó una profunda huella en los corazones de los aficionados y en la historia de los clubes por los que pasó.
El carismático defensor, que pasó a la posteridad como un «crack de galera y bastón», murió a los 87 años.
Federico Sacchi, conocido por su elegancia en el campo y su capacidad defensiva, dejó un legado inolvidable tanto en Racing como en Boca. Con la Academia conquistó el campeonato en 1961, un logro que aún se celebra con orgullo en las vitrinas del club de Avellaneda. Luego, en 1965, continuó su historia de éxito con Boca Juniors al contribuir en otro título para el equipo de La Ribera.
Pero su influencia traspasó las fronteras de los clubes. Representó a la Selección argentina en 15 partidos, incluyendo los del Mundial de Chile de 1962.
A pesar de las alabanzas que recibió por su precisión en los pases y su elegancia en el campo, Federico Sacchi siempre mantuvo su humildad. Ante los elogios, solía responder con una sonrisa: «¿Sabes que pasa? Los rosarinos mienten mucho».
Su legado fue tan impactante que la Asociación del Fútbol Argentino lo incluyó en el Salón de la Fama y lo honró como Deportista Distinguido de la Ciudad de Rosario.
